El Eurogrupo pedirá nuevas medidas de ajuste fiscal al próximo gobierno
Dijsselbloem recuerda que el presupuesto que dejó aprobado Rajoy “no cumple”
Aunque paciente con los tiempos de la democracia, el Eurogrupo no pierde de vista las cuentas públicas españolas y aguarda al próximo gobierno con una lista de deberes importante. El presupuesto que dejó aprobado Mariano Rajoy “no cumple”, afirma su presidente, el ministro holandés Jeroen Dijsselbloem, que recuerda que el próximo ejecutivo deberá presentar “nuevas medidas” para cumplir con la senda de reducción del déficit pactada.
“Tenemos que esperar a que se forme gobierno, es inevitable. El problema es que el nuevo tendrá que presentar inmediatamente nuevas medidas para asegurarse de que el presupuesto es conforme con las reglas”, advirtió Dijsselbloem el viernes en Amsterdam en un encuentro con periodistas, coincidiendo con la inauguración de la presidencia holandesa de la Unión. “Es necesario que presente medidas adicionales. El problema es cuándo y quién las va a aprobar”.
Antes de disolver las Cortes y convocar elecciones, Rajoy obligó a la Comisión Europea a adelantar su revisión del borrador de presupuestos para el 2016. A pesar de las muchas reservas de su responsable de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, pasó el examen. Pero de acuerdo con los cálculos de la Comisión, el Gobierno incumplió sus obligaciones de reducción del déficit en el 2015 y el nuevo presupuesto sólo permitirá reducirlo al 3,5%, cuando lo acordado es rebajarlo al 2,8% en el 2016. Las medidas de ajuste que Bruselas podría pedir al nuevo gobierno para cubrir ese desfase se elevan a 9.000 millones.
Las normas europeas prevén que en caso de relevo en el gobierno, los nuevos responsables políticos del país presenten una actualización del presupuesto. Y es en ese momento cuando Dijsselbloem parece planear atar corto al nuevo gobierno (España está sujeta a demás a un procedimiento por déficit excesivo, lo que añade más presión al debate). “En la parte fiscal tenemos reglas muy claras y el borrador presupuestario las violaba, la Comisión fue muy clara en esto. En cuanto a las reformas estructurales, España ha hecho un muy buen trabajo pero puede que deba hacer más. Espero que no haya marcha atrás en algunas de las medidas porque España, como casi todos nuestros países, sigue necesitando las refor- mas estructurales para su potencial de crecimiento”, argumentó.
El presidente del Eurogrupo no cree que el próximo gobierno de España, que ya ha recibido tres prórrogas en los últimos años para colocar el déficit por debajo del 3%, deba esperar mucha flexibilidad por parte de la Comisión y el Eurogrupo a la hora de examinar sus cuentas. Bruselas ha indicado que, según su interpretación del pacto de estabilidad en el momento actual, los gobiernos pueden esperar más comprensión a la hora de valorar posibles desviaciones en su senda de reducción del déficit en caso de hacer ciertas inversiones o de asumir fuertes gastos por la acogida de refugiados. “No creo que sea el caso de España”, afirma el presidente del Eurogrupo, escéptico incluso sobre que España merezca flexibilidad por el tercer supuesto previsto: la aplicación de reformas estructurales. “No se te puede dar
Los ajustes que Bruselas podría pedir al nuevo ejecutivo español se elevan a unos 9.000 millones
si estás lejos de tus objetivos fiscales, sobre todo, si estás en el brazo correctivo” del pacto.
“Va a ser un desafío para el nuevo gobierno español. Lo siento mucho pero esta es la situación en que nos encontramos”, concluye. Aunque perteneciente a la familia socialdemócrata europea, Dijsselbloem siempre se ha alineado con las tesis más estrictas de la ortodoxia presupuestaria, en plena sintonía con Berlín. En el último pulso de España en el Eurogrupo, el ministro alemán Wolfgang Schauble se alineó sin embargo con su colega español, Luis de Guindos, minando un poco más la autoridad de la Comisión Europea en la revisión de los presupuestos nacionales.
Dijsselbloem, que acudió a la cita con la prensa en calidad de ministro de Finanzas de su país, recordó que, en términos generales, hace tiempo que cree que “la inestabilidad política es el mayor riesgo para la recuperación económica en Europa”, pero negó estar inquieto por la presumible demora en la formación de gobierno en España. “Es parte de la democracia. Vengo de un país donde siempre hay que construir difíciles coaliciones. Los españoles no tienen mucha experiencia en esto pero es algo que puede funcionar. No hay razones para desesperar”, aseguró, evitando dar consejos a los políticos españoles para afrontar la situación.