Irán libera en menos de 24 horas a los diez marinos de EE.UU.
El vídeo con los militares arrodillados enturbia la nueva época diplomática
La apuesta por el buen rollo internacional del presidente Barack Obama tiene su fruto. Los diez marineros –nueve hombres y una mujer– arrestados el martes por Irán en sus aguas del golfo Pérsico recuperaron la libertad en menos de 24 horas.
Llegaron este miércoles a una base de Bahréin, con sus dos embarcaciones y todo el material bélico intacto. En principio, un problema mecánico en uno de los botes propició que se metieran donde no debían.
El comando naval central en ese país, donde se despliega la Quinta Flota, aseguró en un comunicado que revisarán las circunstancias que condujeron a los navegantes hasta Irán. También se remarcó el hecho de carecer de indicaciones de posibles daños sobre sus hombres durante esa breve detención.
No todo fue alivio. Existe algo más que las lesiones físicas. La “humillante imagen” de los diez uniformados arrodillados y con las manos alzadas o detrás de la cabeza, según el vídeo difundido por los Guardianes de la Revolución, causó estupor e indignación en no pocos sectores estadounidenses. En especial en los conservadores, perseverantes en tirar por la borda el acercamiento al régimen de los ayatolás.
“Esa visión es escalofriante”, indicó Patrick McHenry, congresista republicano. “No parece una nación amiga”, insistió.
Incluso fuentes del Pentágono señalaron que investigarán esa especie de rendición sin, en apariencia, plantear defensa.
Ya lo remarcó Obama en su día, dos enemigos no se hacen amigos de la noche a la mañana.
Pero resulta incuestionable que, después de más de tres décadas de cortocircuito total entre los dos países, ahora hay comunicación. John Kerry tiene quien le coja el teléfono en Teherán. En las largas conversaciones para desnuclearizar Irán, el secretario de Estado ha establecido lazos con Mohamed Javad Zarif, ministro de Exteriores de la república islámica.
Un incidente similar, en el 2007, le llevó al Reino Unido trece días para obtener la liberación de quince militares, además de una alta tensión global.
Esta comparación retrata la perspectiva del cambio, a los pocos días de que se haga efectivo el acuerdo atómico por el que Estados Unidos “descongelará” bienes iraníes por valor de 100.000 millones de dólares.
“Quiero expresar mi gratitud a las autoridades iraníes por su cooperación en la rápida resolución”, dijo Kerry. “Este logro pacífico y eficiente –subrayó– es el testamento del papel esencial de la diplomacia”. Y se fijó más en las mantas y la comida que recibieron sus compatriotas que en su genuflexión.
El secretario de Defensa, Ashton Carter, puso el énfasis en la manera oportuna en que se había solucionado este entuerto gracias a la gestión de Kerry.
Los diez implicados regresaban de una misión en Kuwait. La previsión era trasladarlos a Qatar para interrogarlos.
“Los marineros estadounidenses,
Un soldado se excusa por el error en un vídeo, pero Biden dijo que “no hay por qué disculparse”
después de constatar que entraron en aguas iraníes de forma no intencionada y de que se disculparan, fueron puestos en libertad en aguas internacionales del golfo Pérsico”. Lo explicó un comunicado oficial iraní, redactado que también encolerizó. En otra grabación, calificada de propaganda, un soldado se excusa.
Pero el vicepresidente Joe Biden replicó: “No hay nada por lo que disculparse. ¿Te vas a excusar por una avería? No hubo excusa, sólo una práctica náutica”.
Desde que se firmó el pacto nuclear, halcones de uno y otro lado exhiben su desagrado. Frente a los republicanos, los Guardianes de la Revolución.
EE.UU. desveló hace unos días un vídeo en el que un buque supuestamente iraní lanza cohetes a menos de una milla del portaviones Harry S. Truman.