Flores culpa de la tragedia del Madrid Arena al Ayuntamiento
Miguel Ángel Flores, el promotor del concierto de Halloween en el Madrid Arena, en el que murieron cinco jóvenes, ha seguido la estrategia avanzada en el inicio del juicio ayer por su abogado: el culpable de la tragedia fue el Ayuntamiento. Y justifica sus palabras calificándose a sí mismo únicamente como el promotor del evento, el “cliente final” de un recinto propiedad del Ayuntamiento.
Esa ha sido su estrategia durante más de tres horas en las que arremetió contra el propietario de las instalaciones, aunque no pudo eludir una de las cuestiones clave, el exceso del aforo, causa principal, según el fiscal, de la avalancha humana que terminó con la vida de las cinco jóvenes de entre 17 y 20 años. Pero antes, los asistentes al juicio vieron un vídeo inédito que recoge la angustia y la desesperación que se vivieron durante los veinte largos minutos de aquel 1 de noviembre del 2012.
Flores intentó desplazar la responsabilidad en la planificación y desarrollo del evento a la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos (Madridec) y en Seguriber, la empresa de seguridad externa contratada por el Consistorio. Según él, nunca le enseñaron un plan de autoprotección, ni le dijeron que el recinto no tenía licencia de funcionamiento, que no le advirtieron de distribuir el aforo por plantas y que no tenía “ninguna competencia en seguridad”.
El principal acusado se ha reiterado en que nunca incumplió el aforo permitido, establecido en 10.620 personas, al no vender más de 9.600 entradas previas al evento más las 70 emitidas en taquilla. Respecto al porqué en los ordenadores de la policía informática aparecían más de 22.000 entradas, Flores aseguró que “se han contabilizado las emitidas, pero sólo hay que contar las que han pasado por el lector –los tornos–, que son las vendidas”. Posteriormente se produjo un baile de cifras, que terminó con la denuncia al viento del empresario: “Las urnas que contenían las entradas fueron manipuladas”. No dijo por quién.
El principal acusado declaró en su estrategia de defensa sobre su buen hacer que “nadie” le obligó a tener un equipo médico en la fiesta, pero él puso un servicio sanitario “voluntariamente”. El equipo médico que participó en la macrofiesta estuvo compuesto por el doctor y exconcejal de Sanidad Simón Viñals, de 72 años, su hijo y un auxiliar, Cecilio Page, de 81.
El empresario niega el exceso del aforo y denuncia que alguien manipuló las urnas de las entradas