Un hombre mata a tiros a su expareja en plena calle en Vila-seca y se suicida
La víctima se había ido de casa y no constan denuncias por maltratos
Hacía tres días que Lucinda se había ido de casa. Pero ayer por la mañana, Santos (su expareja y padre de sus dos hijas) la llamó y la citó en la que había sido su casa, en el centro de Vila-seca (Tarragonès). La esperaba en la calle, y cuando ella se acercó, le disparó varias veces en la cabeza con una escopeta. Lucinda, de 43 años, murió al instante y acto seguido, Santos (59 años) se disparó en el abdomen. Murió dos horas más tarde en el hospital. El crimen, el primer caso de violencia machista de este año en Catalunya, ha conmocionado al pueblo.
El asesinato se produjo sobre las nueve y media de la mañana en plena calle. A unos cincuenta metros del Ayuntamiento de la población. Santos G.M. disparó en varias ocasiones con una escopeta de calibre 12 a Lucinda E.M., ambos de nacionalidad española. Ella murió al instante. Luego se disparó al abdomen y quedó malherido en la calle, con una parada cardiorrespiratoria y en estado crítico. Los equipos de emergencia lograron reanimarle y fue trasladado al Hospital Joan XXIII de Tarragona, donde murió antes del mediodía.
Los Mossos d’Esquadra recibieron el aviso a las 9.45 horas y, tras acordonar la calle, la policía científica examinó la escena del crimen. La pareja todavía estaba empadronada en la misma casa. Según fuentes policiales, la mujer tenía otra pareja sentimental y no consta ninguna denuncia por malos tratos y, por consiguiente, ninguna orden de alejamiento. La pareja era muy conocida en Vila-seca. En los bajos de su casa, en la esquina de las calles Sant Bernat Calvó y Creus, él tenía un taller de reparación de electrodomésticos y, hace unos años, había trabajado en la brigada municipal, mediante un plan de ocupación.
“Estamos consternados”, afirmó Josep Poblet, alcalde de la población, que se acercó al lugar del crimen poco después de producirse el suceso y tras hablar con las dos hijas que tenía la pareja, de 20 y 15 años. La mayor tenía previsto casarse este mismo fin de semana y, según algunos vecinos, se encontraba en la casa cuando se produjo el suceso, mientras que la pequeña estaba en el instituto. La concejal de Benestar Social, Lucía Teruel, acompañó a la mayor al CAP del municipio, donde recibió ayuda psicológica, y la concejal de Ensenyament comunicó lo sucedido a la menor, y también la acompañó hasta el CAP, donde acudieron otros familiares de las víctimas, como la hermana de Lucinda, que ahora se hará cargo de la menor.
A las dos de la tarde, un centenar de personas, entre vecinos, representantes y funcionarios municipales, se concentraron ante el Ayuntamiento, donde se guardó un minuto de silencio. Teruel leyó un manifiesto en el que se condenó “enérgicamente” este nuevo caso de violencia machista y el consistorio ha decretado un día de duelo. Por la tarde, todos los grupos municipales, el Casal de la Dona de Vila-seca, la Associació Cultural de Dones de la Pineda y Dones Progressistes de la Plana convocaron una concentración silenciosa en la plaza de la Iglesia.
Las notas de condena por el primer crimen machista del año en Catalunya se sucedieron durante todo el día, la presidenta del Institut Català de les Dones, Montse Gatell, reiteró el compromiso de seguir trabajando para la prevención, detección y apoyo a las víctimas de la violencia machista y señaló que los asesinatos machistas “son la muestra más extrema de una violencia más extensa e incluso naturalizada que cuesta identificar ya que se encuentra en las mismas estructuras de la sociedad”.
Las dos hijas del exmatrimonio, de 20 y 15 años, recibieron apoyo psicológico después del asesinato