Las familias LGTBI exigen urgentes medidas ‘antibullying’ a Puigdemont
Han pasado 18 meses al calor de muchos debates políticos, pero la ley de Derechos de las Personas Gais, Lesbianas, Bisexuales e Intersexuales, aprobada en el Parlament en el 2014 y concebida como una herramienta básica contra la discriminación de estos colectivos, ha quedado prácticamente sin desarrollo. El suicidio el pasado diciembre de Alan, el menor catalán transexual víctima de bullying, ha empujado a los colectivos y familias de menores LGTBI a redoblar los esfuerzos y a alzar la voz para que el nuevo Govern de Carles Puigdemont ponga en marcha medidas urgentes contra el acoso escolar, como indica la ley.
La organización Chrysallis de familias de menores transexuales, la asociación de familias LGTB y el Observatori contra la Homofòbia comparecieron ayer conjuntamente para solicitar, sobre todo, la puesta en marcha de un protocolo común de actuación para evitar el acoso escolar que tiene varias ramas. Sobre los menores transexuales, se pide que en las escuelas e institutos se les llame según el nombre elegido. Que este nombre sea el que figure en la documentación y en las notas. Y, asimismo, se señala que deben poder utilizar los servicios y los vestuarios según el sexo sentido. Es decir, se deben respetar sus derechos como personas.
Todo ello, según explicaron las asociaciones, debe enmarcarse en un plan antibullying amplio y claro. Los profesores, o un profesor indicado para esta función, han de saber detectar las situaciones de acoso contra los menores LGTB que se dan sobre todo en el patio y fuera del recinto escolar. Un acoso que tiene el agravante que estos menores normalmente no lo explican en la familia. En los centros debe haber un equipo de prevención del bullying en todas sus formas, y alguien al que los menores puedan acudir de forma individual y discreta para exponer sus problemas. Todo ello en un marco más general donde, tal como establece la ley, haya una educación real que aborde la diversidad como reflejo de una rica realidad.
Con la llegada del nuevo Govern, las familias de menores LGTBI y diversos colectivos consideran que es el momento de empujar para lograr los derechos que no tienen. El presidente de Chrysallis, David Tello, explicó que, tras la muerte de Alan, se reunió de nuevo con el área de Igualtat de Benestar Social, a la que agradeció que haya facilitado que los menores tengan la tarjeta sanitaria conforme el sexo sentido. La conselleria también informó de que se reunirá con los fiscales para tratar sobre el cambio de nombre en el DNI. A la reunión asistió un representante de Ensenyament que dijo que estudiará la elaboración de un protocolo, pero sin más detalle. El día 27 se ha convocado una concentración reivindicativa en la plaza Sant Jaume, ya con nuevo inquilino.