La Vanguardia

Manda el fútbol control

- Joan Golobart

La intensidad era el elemento clave en el partido de ayer. El Espanyol estaba condenado para salvar la eliminator­ia. Y el Barcelona tenía dos opciones que era contrarres­tar esta posibilida­d compitiend­o en la intensidad o, lo inteligent­e, que era tratar de imposibili­tar esa necesidad perica. Al final se dio lo segundo, se impuso el fútbol control y con ello la victoria azulgrana. Curiosamen­te la competitiv­idad blanquiazu­l volvió al terreno de juego cuando con la ventaja de un gol del Barcelona, este se acomodó y olvidó el esfuerzo necesario para controlar el esférico y darle salida hacia atrás cuando se debía contempori­zar.

Por qué intensidad. Ni el Espanyol ni ningún equipo puede pretender ganar al Barcelona tendiendo en el suelo una alfombra roja. Es entonces cuando las estrellas azulgrana hacen el mejor fútbol posible. Por lo tanto lo contrario a la alfombra roja es la intensidad en su máxima expresión. Igual que Leo Messi exprime su máxima capacidad técnica o su conducción. O que Iniesta ponga sobre el terreno de juego el máximo cambio de ritmo o sus uno contra uno. Los rivales de los azulgrana deben trabajar esa intensidad con el máximo fervor que en ningún caso debe confundirs­e con violencia. Por ejemplo no se puede denominar intensidad ni la presión que ejerció Caicedo, dejando el cuerpo en el último momento para chocar con Ter Stegen, ni el golpeo de Adriano que le supuso la tarjeta amarilla. Pero en cambio si en vez de dejar el cuerpo Caicedo o lanzar la pierna Adriano hubieran contactado con el portero alemán o con el delantero blanquiazu­l porque estos hubieran cambiado la trayectori­a de su conducción no se hubiera tratado de una jugada violenta. El contacto no tiene porque ser sinónimo de violencia. Una jugada clara en ese sentido es la tarjeta a Aleix Vidal en una jugada con Ciani. El jugador azulgrana va con velocidad en una jugada que compite con el francés, no quiere arrugarse ni mucho menos perder la oportunida­d de hacerse con la pelota. Sabe que está en desventaja pero aunque ahora le sea imposible llegar antes al esférico, puede incluso pensar que le apetece exigir el máximo esfuerzo del blanquiazu­l. Esa es la intensidad más generosa sabiendo que la única recompensa es el desgaste del rival. El fútbol tal como dice Luis Enrique no debe ser fútbol americano, pero tampoco se trata de interpreta­r El lago de los cisnes. El fútbol es y debería ser siempre un deporte de contacto. El contacto no debe ser siempre sinónimo de dolor. Incluso como sucedió en la jugada en que Messi recibe el impacto del contacto con Álvaro y resulta que el único sitio donde se lleva la mano como señalando donde le hace daño, en este caso la cara, es la zona donde no había existido ni siquiera un roce. Pero también es evidente que el pisotón de Pau a Messi y el de Luis Suárez al defensa del Valencia no son jugadas de contacto, sino es violencia, y eso es lo que nunca debe encontrar comprensió­n. Hay que saber distinguir esto si se quiere asistir a un partido de fútbol.

Hay que saber distinguir entre las jugadas de contacto y las acciones violentas

 ?? CÉSAR RANGEL ?? Álvaro derribó a Messi en este duro lance del partido de ayer
CÉSAR RANGEL Álvaro derribó a Messi en este duro lance del partido de ayer
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain