El EI golpea Indonesia
Siete muertos en una serie de atentados coordinados en Yakarta
El Estado Islámico (EI) extendió ayer su rastro de sangre y violencia hasta Indonesia. Una serie de ataques con explosivos y disparos de arma de fuego causaron el caos en el centro de Yakarta y acabaron con un saldo de siete muertos, entre ellos cinco atacantes, y diecinueve heridos. Se trata del primer asalto terrorista que padece la capital del mayor país musulmán del planeta desde el 2009.
El barrio de Jalal Thamrin, en el corazón de Yakarta, se convirtió ayer en un caos a partir de media mañana, cuando cinco extremistas sembraron el caos con una serie de ataques simultáneos y coordinados en varios puntos de la ciudad. Fue el inicio de una jornada de violencia, con explosiones y tiroteos, que no terminó hasta casi cinco horas después, cuando el ministro de Seguridad, Luhut Panjaitan, anunció que “la situación está bajo control” y recordó que “situaciones similares se han producido antes en París y Bombay”.
Detrás de la frase del responsable de Seguridad quedaba un campo de batalla, alrededor de la principal avenida de Yakarta y no lejos del palacio presidencial y del barrio de embajadas, que se había cobrado la vida de los cinco terroristas, pero también la de dos civiles, un canadiense y una indonesia. Otras diecinueve personas resultaron heridas, entre ellas cinco policías, de los que cuatro permanecían anoche en estado grave.
El Estado Islámico se atribuyó el ataque terrorista por internet mediante la agencia Al Amak. “Combatientes del EI atacaron la mañana del jueves a ciudadanos extranjeros y fuerzas de seguridad”, señaló el órgano considerado altavoz de los terroristas. Una reivindicación que había sido anticipada semanas antes.
Las autoridades indonesias explicaron ayer que estaban en estado de alerta desde hacia un mes. Al parecer, los radicales islamistas habían lanzado un enigmático mensaje en diciembre en el que advertían que “habrá un concierto [de bombas] en Indonesia y será noticia internacional”, explicó ayer el portavoz de la Policía, Anton Charliyan. Aviso que ya llevó a las fuerzas del orden indonesias a desbaratar un atentado suicida previsto para el Año Nuevo en Yakarta.
No pudieron evitar, sin embargo, el que tuvo lugar ayer y que según el jefe de la Policía, Tito Karnavian,
Cinco terroristas atacan un Starbucks y una comisaría del centro de la capital
estuvo planificado por un militante radical indonesio llamado Bahrun Naim, que se cree que se encuentra en la ciudad siria de Raqa.
El ataque se inició a las 10.30 de la mañana, hora local, cuando tres extremistas atacaron el café Starbucks que se halla frente al centro comercial Sarinah, el más antiguo de la ciudad, con explosivos. Después de la primera detonación, uno de los asaltantes se hizo explotar y otros dos salieron disparando de la cafetería y se refugiaron en el Sarinah.
Al mismo tiempo, otros dos terroristas en motocicleta amplificaron el caos y el terror. Atacaron un puesto de tráfico de la policía cercano y en un periodo de diez minutos se oyeron seis explosiones, según indicaron las cadenas de televisión locales.
Mientras, las fuerzas de seguridad acordonaron la zona, con vehículos blindados y dos helicópteros sobrevolando los edificios, y acorralaron a los terroristas en el centro comercial Sarinah. A partir de entonces se inició un intercambio de disparos que se prolongó
por espacio de varias horas, hasta que los asaltantes fueron abatidos.
Una situación que llevó a Jeremy Douglas, un funcionario de la ONU, cuya oficina está frente al Starbucks, a señalar que nunca había visto nada igual. “Intercambio serio de fuego en el centro de Yakarta. No experimenté esto en tres años y medio en Pakistán”, escribió en su cuenta de Twitter.
Los observadores de la realidad indonesia no descartaban que se produjera un atentado terrorista. La tensión había aumentado en los últimos días a raíz de que el influyente imán radical Abu Bakar Bachir, de 77 años, condenado por cofinanciar a Al Qaeda, había recurrido el pasado martes su sentencia.
Y ayer mismo, el presidente del mayor país musulmán del planeta, con más de 250 millones de personas, Joko Widodo, había ordenado a la policía que
El EI avisó de un “concierto de bombas que será noticia” Según la policía, el ataque fue planeado por el radical Bahrun Naim en Raqa
intensificara la vigilancia después de que al menos una docena de personas sospechosas por su radicalismo hubieran desaparecido, para unirse a un nuevo grupo poco conocido llamado Gafatar.
Su orden se produjo después de que las fuerzas del orden detuvieran en diciembre a cinco personas sospechosas de pertenecer a una red de apoyo al EI, y a otras cuatro cercanas al violento grupo local de la Yamaa Islamiya, responsable de atentados como el de Bali del 2002, que provocó la muerte de 202 personas.
En estas operaciones, las fuerzas policiales también encontraron grandes cantidades de material para fabricar explosivos, que los extremistas islámicos pretendían utilizar contra comisarías y centros comerciales.