La Vanguardia

Rusia cede y los refugiados en Noruega no tendrán que volver en bici

- GLORIA MORENO

Que se vayan del mismo modo en que vinieron: en bicicleta. Hasta ayer, este era el insólito plan que Noruega tenía reservado para la mayor parte de los cerca de 5.500 refugiados que a lo largo del 2015 entraron en el país por el puesto fronterizo de Storskog, en la frontera con Rusia.

La razón estaba en que así lo exigían las autoridade­s de Moscú, en un intento por evitar que el país nórdico les acabara devolviend­o a la mayor parte de los refugiados que en los últimos meses han entrado en el país por su frontera norte. Pero, al final, el sentido común se ha impuesto y “lo más seguro es que sean retornados en autobús”, según confirmaro­n a este diario fuentes del Ministerio de Justicia noruego.

Con temperatur­as que en estos días rondan los 30 grados bajo cero, la idea de que los refugiados se vieran forzados a volver sobre sus pasos en bicicleta había suscitado fuertes críticas. Sin embargo, la intención del Gobierno de devolver a todos los migrantes que a lo largo del año pasado utilizaron este camino sigue indignando a muchos.

Conocida como la ruta del Ártico, esta vía se hizo especialme­nte popular entre los sirios a partir del pasado verano por ser mucho más segura, rápida y económica que las que pasan por el sur de Europa. Para recorrerla, tenían que conseguir un visado ruso y atravesar este país en tren o avión hasta la localidad norteña de Múrmansk, muy cerca de la frontera noruega.

Debido a las leyes locales, que prohíben cruzar la frontera a pie, los solicitant­es de asilo tenían que entrar en Noruega en bicicleta. No podían hacerlo en taxi o coche porque ningún conductor les habría llevado por miedo a ser acusado de tráfico de personas.

Sin embargo, puede que todo su esfuerzo haya sido en balde. Ya en noviembre, el Ejecutivo de Oslo anunció que devolvería a Rusia a una buena parte de ellos. En un principio se habló de todos los afganos y de los sirios que llevaran tiempo residiendo en Rusia. Sin embargo, esta semana, la recién nombrada ministra de Integració­n, Sylvi Listhaug, que pertenece al Partido del Progreso, contrario a la inmigració­n, dio a entender que la medida afectaría a todos, incluidos los que sólo habían estado en Rusia de paso.

Diversas oenegés han advertido que tales planes infringen el derecho internacio­nal, puesto que implicaría devolver a personas con derecho a asilo sin tener garantías de que Rusia vaya a concedérse­lo.

En los últimos meses, de hecho, el país escandinav­o ya ha devuelto a 371 de los refugiados que entraron por Storskog el año pasado, tensando con ello las relaciones con Rusia. Esta decisión se enmarca en el reciente endurecimi­ento en cadena de las normas de asilo en todos los países de la zona, que han introducid­o controles fronterizo­s, restringid­o el derecho de los refugiados a la reagrupaci­ón familiar o incluso proyectan confiscarl­es dinero y objetos de valor para costear su manutenció­n, como es el caso de Dinamarca.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain