No podemos conformarnos
Que Barcelona es una ciudad líder en el uso de la moto en toda Europa es un hecho desde hace décadas: actualmente el parque de motos y ciclomotores alcanza las 267.000 unidades en la ciudad, tras un incrementado del 6,3% en los últimos años y en plena crisis económica, o quizás gracias a ella, puesto que la moto permite una movilidad más barata que otras alternativas como el coche. Este último, por cierto, ha visto disminuir en Barcelona su censo desde el 2007 en un -8,6%.
Este evidente trasvase de movilidad entre moto y coche por un lado nos trae una mayor eficiencia en el uso del espacio público, a la vez que un menor consumo energético en los desplazamientos, haciendo un poco más sostenible nuestra movilidad diaria. Sin embargo, este fenómeno tiene otra faceta que es verdaderamente insostenible, y es el aumento de víctimas en accidentes de tráfico, puesto que a nadie se le escapa que cualquier caída o colisión en moto comporta lesiones de mayor gravedad que si el siniestro nos ocurre como ocupantes de un coche. Las cifras son elocuentes: entre 2011 y 2014 las víctimas mortales y graves en accidentes de moto y ciclomotor aumentaron de 146 a 174 (+19%), en un contexto a escala nacional de mejora de la seguridad
Choca que la ciudad no tenga estrategia a largo plazo para la movilidad en moto
vial a todos los niveles.
Aún más significativo es que el 61% de todas las víctimas mortales y graves del tráfico en Barcelona ocurran en un vehículo de dos ruedas de motor. Estos datos evidencian sin lugar a dudas cuál debe ser la máxima prioridad del municipio en términos de seguridad vial. No sólo eso, sino que además es una urgencia inaplazable porque este problema arranca de muy atrás en el tiempo y está creciendo. En este sentido, choca que siendo una ciudad referente en el uso de la moto, no tengamos una estrategia a largo plazo para la movilidad en moto, o que no se publique más que una vez al año la actualización de las estadísticas de accidentalidad. Es hora de ponerse en marcha antes de que el parque de motos aumente otro 10%, con las terribles consecuencias por todos conocidas.