ERC veta la presencia del PSC en el gobierno de Colau
La postura de Esquerra dificulta las aspiraciones de la alcaldesa de formar una mayoría sólida de izquierdas
ERC enfrió ayer buena parte de las aspiraciones de la alcaldesa Ada Colau de firmar un pacto de gobierno con todas las fuerzas de izquierda presentes en el Ayuntamiento. Los republicanos, a través de Alfred Bosch, advirtieron una vez más que no formarán parte de ningún gobierno en el que figure el PSC. No es la primera vez que los republicanos se muestran tan reticentes a compartir responsabilidades con los socialistas. El plan de inversión en los barrios más necesitados de la ciudad anunciado el miércoles por Colau no logró hacerles cambiar de opinión. En estos momentos el gobierno de BComú se antoja más abocado que nunca a la inestabilidad, a las negociaciones farragosas, a la repentina retirada de puntos del orden del día por falta de apoyos... Las negociaciones en torno a los próximos presupuestos serán cada día más duras. Tener que elegir entre ERC y PSC únicamente le servirá a Colau para aligerar la muy cargada agenda de sus concejales.
Bosch se mostró ayer especialmente duro con los socialistas y los tildó de representantes de la “vieja política”. “Gobernaron Barcelona durante más de treinta años –agregó–. Representan el establishment de esta ciudad. No es nada personal. Es una cuestión de herencia política. Si gobernáramos con ellos estaríamos apoyando todo aquello que en verdad queremos cambiar”. Sí, ERC también formó parte de algunos de aquellos gobiernos municipales liderados por el PSC, pero, a entender de Bosch, los suyos, a diferencia de los socialistas, supieron luego renovarse. Aun así, el republicano no descartó asumir responsabilidades en el equipo que dirige la alcaldesa. De hecho, añadió, se reunirá en breve con Colau. Y la primera cuestión que pondrá sobre la mesa de negociaciones no será el papel que debería tener Barcelona en el proceso soberanista, sino el modelo de ciudad que se persigue, las cuestiones estrictamente barcelonesas. “No nos interesa entrar en un mercadeo de cargos –aseveró–, sino ver qué podemos hacer por la ciudad. Esperamos que el gobierno municipal nos haga una propuesta detallada de sus planes, que concrete, por ejemplo, qué inversiones contempla su plan de barrios”.
A Jaume Collboni no le hizo ninguna gracia el veto de los republicanos. “Nosotros no vamos a poner líneas rojas a las negociaciones. Únicamente tenemos que pensar en Barcelona y abstraernos del contexto político catalán y español –subrayó visiblemente molesto–. No vemos coherente que en el Àrea Metropolitana de Barcelona ERC sí pueda gobernar con nosotros y en Barcelona no, ¿van a romper el pacto del Àrea Metropolitana? Nosotros somos el PSC. Nosotros lideramos la gran transformación de esta ciudad. Tenemos experiencia y bagaje. El plan de barrios que el gobierno acaba de presentar es una continuación del que ya hizo el PSC”.
Y es que el líder de los socialistas barceloneses, durante este mandato, ya mostró en varias ocasiones su buena predisposición a formar parte de un gobierno municipal sólido y de izquierdas. Y encima pocas horas antes Pedro Sánchez dio luz verde los concejales socialistas para den el gran paso. “Respaldo que el PSC negocie su entrada en el Ayuntamiento de Barcelona, me parecería muy bien”, declaró el secretario general del PSOE a La Vanguardia. “A mí me gustaría que Iglesias hiciera lo propio en el gobierno de España y que, como he hecho yo, tendiera la mano a ese diálogo entre el PSOE y Podemos”.
La aspiración de Colau al gran pacto de izquierdas también fue muy criticada por el resto de grupos de la oposición. CiU, Ciutadans y PP entienden que la propuesta de la alcaldesa es una vuelta al pasado, un intento de reeditar aquellos tripartitos municipales que no hace otra que demostrar que la era de cambio que supuestamente se abría con la llegada de BComú está siendo en realidad un espejismo. Y su plan de barrios, coincidieron también, se les antoja insuficiente, falto de concreción y poco imaginativo.
EL PSOE, A FAVOR DEL ACUERDO La advertencia llega poco después de que Pedro Sánchez dé luz verde a la negociación
“No entendemos cómo un partido que se vendió como el partido del cambio quiere apoyarse en políticas, acciones y partidos que tuvieron un papel destacado en el modelo de ciudad que ellos tanto criticaban”, señaló el convergente Joaquim Forn. Carina Mejías, de Ciutadans, lamentó que la oferta de pacto de Colau se circunscribiera a las fuerzas de izquierdas. “Hay que trabajar por conseguir los consensos más amplios. No hay que ser sectarios”. Por su parte, Alberto Fernández, desde el PP, señaló que “si la idea de cambio que tiene Colau es volver al tripartito, pues apaga y vámonos”.