La guerra de la cotorra
La proliferación de especies foráneas en estado salvaje daña numerosos cultivos y plantaciones en las zonas agrarias catalanas
Es una invasión que provoca daños en los campos, pero también accidentes en las carreteras. La guerra de un ejército que ataca y luego se esconde entre la maleza, entre los árboles o bajo tierra. Pueden ser manadas de jabalís o de conejos, pero también hay cotorras y perros, además de especies introducidas que se vuelven salvajes y proliferan gracias a que saquean plantaciones diversas. El daño es incalculable y en el 2014, sólo en la Horta de Llei- da, los agentes rurales de la Generalitat capturaron y sacrificaron 100 jabalíes, 400 cotorras, 1.800 palomas y 380 conejos, entre otras especies de animales salvajes.
La especie más peligrosa es el jabalí, del que se calcula que en las 19.000 hectáreas de la Horta de Lleida viven un centenar, para desgracia de los payeses que no pueden hacer batidas para contenerlos ya que las partidas están declaradas zona de seguridad. Los Agents Rurals instalan jaulas y trampas para capturarlos, pero ante la dimensión del problema están organizando grupos mixtos de actuación junto a agricultores y cazadores que esperan poner pronto en acción. Según el responsable del cuerpo de Agents Rurals de la Generalitat en Lleida, Llorenç Ricou, “el jabalí es una especie muy resistente y adaptable que provoca graves daños no sólo en cultivos, sino también en las carreteras y en zonas habitadas”. En otras zonas de Catalunya el jabalí se ha cruzado con una especie de cerdos vietnamitas y conforman un grupo terrible que arrasa campos de maíz, pero también destruye cercados e infraestructuras de riego. El Departament d’Agricultura no tiene una cifra precisa de la población de jabalís en Catalunya y estima que viven entre cien y doscientos mil ejemplares. El año 1991 se produjeron 6.453 capturas, una cifra muy modesta si se compara con las 35.364 del 2014. La Federació de Caça de Lleida calcula que durante la presente temporada de caza podrían llegar a abatirse entre siete mil y ocho mil animales en toda la provincia.
Pero si el jabalí hurga en la tierra y come frutos de los árboles, otra especie invasora compite con él devorando los brotes más tiernos, la cotorra. Se trata de un ave originaria de Argentina que fue trasladada a Europa como mascota que ha vuelto a la vida salvaje, en la que se reproduce con facilidad gracias al abundante alimento que consiguen en árboles y cultivos. La cotorra detectada en Lleida es la misma que se aposenta en los parques de Barcelona y otras ciudades, conocida como cotorra monje. Los loros verdes son un peligro no sólo por el daño al fruto, también pueden romper ramas que ceden por el hacinamiento y el peso de sus nidos.
Una tercera legión invasora es la formada por conejos, animal de fácil reproducción que se esconde en madrigueras excavadas bajo tierra y que dañan cosechas, huertos y la corteza de olivos, almendros y frutales hasta dejarlos secos. Los agricultores afirman que son una especie procedente de Nueva Zelanda o Australia, “porque el conejo autóctono no tiene el mismo aspecto”. Es un animal que reacciona con mucha rapidez a la presencia humana y escapa dejando tras de sí campos agujerados por madrigueras y largas hileras de excrementos. Con la temporada de caza abierta, un método efectivo para luchar contra el conejo es el hurón, que siembra el terror en sus propias cuevas.
Jabalíes, ciervos y perros provocaron 575 accidentes de tráfico en el 2015 en la demarcación de Lleida, de los que 419 fueron en la región de Ponent y 156 en el Alt Pirineu y Aran. Los 419 accidentes con animales de Ponent suponen el 24% del total de siniestros viales, lo que implica que uno de cada cuatro accidentes estuvo provocado por un animal, sobre todo jabalíes. Por cifras, el total de accidentes de tráfico en el 2014 en la demarcación de Lleida fue de 555, por los 575 del 2015. De estos, 364 (2014) y 369 (2015) fueron con jabalíes, 72 (2014) y 90 (2015) con corzos, ciervos o gamos y 119 (2014) y 116 (2015) con otros animales como ovejas, caballos, perros, zorros y gatos. Cabe destacar que uno de los accidentes del 2015 fue por el atropello de un buitre.
En la Horta de Lleida se capturaron 100 jabalíes, 400 cotorras, 1.800 palomas y 380 conejos, en el 2014