¿Dónde está Spielberg?
Puede que el nombre de Steven Spielberg sea demasiado recurrente; un nombre que remite a ese Hollywood sentimentaloide y llorón que tanto odiamos. Puede, pero en El puente de los espías –que consigue seis nominaciones–, Spielberg vuelve a ser el gran maestro de contar en imágenes, como ha demostrado en tantas otras ocasiones, de la seca Munich (2005) a la sentimental War horse (2011), por citar alguno de sus últimos titulos. Ningún género se le resiste. ¿Cómo es, así, que Spielberg no está nominado en la categoría de mejor director? Se echa de menos su nombre como se echa de más, por citar uno, el de George Miller, que está ahí, entre los mejores directores, por la sobrevalorada Mad Max: furia en la carretera, esa especie de Aquellos chalados en sus locos cacharros que consigue diez nominaciones y que a uno se le va haciendo cada vez más pequeña –mucho– a medida que pasa el tiempo.
De El renacido, de Iñárritu, con doce nominaciones, la ganadora en candidaturas, poco se puede decir todavía, porque no se ha estrenado entre nosotros. Como la mitad de los títulos que figuran en la categoría de mejor película. Para el gusto de uno hay demasiado de la sobrevalorada Marte , de Ridley Scott –con siete nominaciones– y demasiado poco de Ex Machina, de Alex Garland, una de las grandes cintas de ciencia ficción del año, que sólo consigue dos nominaciones: guion original y efectos especiales. ¿Actores? Fassbender por Steve Jobs. Eclipsa a los demás. Y Cate Blanchett por Carol. Aunque no hay que olvidar a Charlotte Rampling en 45 años, el papel de su vida.