La Vanguardia

“¿Te gusta la velocidad?”

- SERGIO HEREDIA A bordo.

Me pongo el casco, subo al coche y ocupo la plaza del copiloto. Dani Pedrosa (30) está al volante. El tipo me observa y sonríe. Sospecho que tiene ganas de divertirse conmigo. –¿Te gusta la velocidad? –me pregunta. Silencio. Mi cerebro carbura deprisa. Estamos a bordo de un Honda Civic Type R, un turismo deportivo de 37.000 euros capaz de alcanzar los 100 km/h en apenas 5,7 segundos. El cacharro tiene una potencia de 306 caballos y puede correr a 270 km/h. Y delante nuestro se encuentra el circuito Fast Parcmotor, en Castellolí (muy cerca de Igualada), un escenario de pruebas de 4,2 kilómetros, con doce curvas peraltadas...

–Digo que si te gusta la velocidad –repite Pedrosa, sacudiendo mis cálculos. –Depende... –¿Depende de qué? “No lo sé”, pienso. No sé de qué depende. No sé qué contestarl­e a este campeón del mundo de motociclis­mo. Así que sigo mudo.

–Bueno, si te asustas, avísame –dice al fin, mientras mete primera. –Vale, vamos –callo, cobarde. Recuerdo que he firmado un seguro de accidente. Lo he hecho en el box, mientras sonaba U2, In the name of love. También he tomado un par de croissants y un café. En esos prolegómen­os nos han contado que el Type R tiene tracción delantera y una suspensión estupenda. Una suspensión adaptativa, dicen que se llama. Significa que sus cuatro ruedas se adaptan a cada una de las curvas. Que el coche va plano por completo. Que no se levanta. Es imposible que se levante, nos han repetido.

Pienso en todo ello mientras atacamos la segunda curva del recorrido. Vamos a unos 140 km/h.

Se me tensa el cuello. Subo el brazo derecho y me agarro al asa de la puerta. La cojo fuerte. Muy fuerte.

Me decido a hablar. Tal vez así consiga liberarme. Al menos, un poquito.

–Dani, recuerdo que te entrevisté hace unos trece años –le digo–. Llevabas una ortodoncia de adolescent­e.

–Ah ¿sí? qué bueno –responde Pedrosa, mientras mete cuarta y lanza el Honda a 187 por hora.

–Te lo digo porque me gustaría volver a entrevista­rte dentro de otros trece años... Es una broma tontorrona, pero el tipo se ríe. Ustedes ya lo saben: el suyo no es el mundo de las cuatro ruedas. Sin embargo, dentro del habitáculo se maneja con solvencia. Trastea con las marchas y apura las curvas. En apenas dos minutos hemos dado la primera de

ACELERACIÓ­N IMPONENTE

Crónica de una aventura de doce kilómetros a bordo de un deportivo pilotado por Dani Pedrosa, campeón mundial de motociclis­mo

TONO CONDESCEND­IENTE El coche, un Honda Civic Type R, alcanza los 100 km/h en apenas 5,7 segundos “Si te asustas, avísame”, dice Dani Pedrosa mientras acelera para entrar en el circuito

las tres vueltas al circuito.

–¡Caramba! –exclamo, mientras pasamos volando frente a los boxes. –Pasa rápido, ¿eh? –Hombre, rápido... Siento que me va a estallar el cuello. Pero tú conoces bien este circuito, ¿no? –le pregunto. –Primera vez. –Vaya, pues no lo parece –observo, mientras abordamos la misma segunda curva, ahora a 160.

Los neumáticos chirrían sobre el asfalto. Sospecho que le hemos dejado una buena marca.

–Lo que sí noto distinto es el ataque a las curvas. Es una trazada distinta a la de las motos –dice Pedrosa. –¿A qué te refieres? –Tienes que frenar plano, con el volante recto. Si fuera en moto, me abriría más. –¿Te lo han explicado? –Hice un cursillo de conducción de coches. Aprendí eso –cuenta Pedrosa.

Noto que me mira de reojo. Clavo la mano izquierda en el reposabraz­os mientras vamos acabando la segunda vuelta.

–Oye, la última vuelta la haremos de paseo. Me han pedido que sea así para no quemar los frenos –me dice.

No sé si es cierto o si está siendo condescend­iente conmigo. En todo caso, le agradezco el detalle: empiezo a estar mareado. Tres minutos después, paramos.

Otros treinta periodista­s han vivido la misma experienci­a. Quien no ha subido con Pedrosa lo ha hecho con Marc Márquez, con Toni Bou (trial) o con Tiago Monteiro. Este último es un portugués que compite en el Mundial de Turismos.

Más tarde, en los boxes, hay una rueda de prensa. Le lanzan una pregunta a Pedrosa: –¿Has notado tensión en algún copiloto? –Alguno hablaba mucho y se agarraba al asa de la puerta...

 ?? GEMMA MIRALDA ?? Dani Pedrosa saluda a La Vanguardia momentos antes de compartir la experienci­a de dar tres vueltas al circuito en apenas siete
minutos
GEMMA MIRALDA Dani Pedrosa saluda a La Vanguardia momentos antes de compartir la experienci­a de dar tres vueltas al circuito en apenas siete minutos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain