Malas hierbas
Los que hemos vivido en el campo durante una buena parte de nuestra vida sabemos que es necesario cuidar los cultivos porque las resistentes malas hierbas proliferan sin límite y es necesario arrancarlas con frecuencia. Las malas hierbas se niegan a desaparecer de una vez por todas y los cultivos no crecerían bien si la mano del payés no los protegiera de esas invasiones.
Esta metáfora también sirve para la democracia. La tolerancia democrática facilita la participación de la gente, cosa absolutamente necesaria, aunque en medio de los formatos políticos aparezcan algunos que socavan la democracia desde dentro. Y eso hay que evitarlo como sea. Dinamarca, por ejemplo, con un Gobierno de derecha dura apoyado por la ultraderecha, está debatiendo y aprobando una ley que dice que a los refugiados que huyen de las guerras y que piden asilo al país se les confiscarán todas las cosas que tengan un valor superior a los 1.325 euros, dinero, joyas, objetos e incluso los teléfonos móviles. El argumento es que así el Gobierno captará dinero para pagar los costes del asilo. Es necesario decir que Dinamarca tiene un PIB per cápita de 43.151 euros (año 2015), que si se compara con el de España, que es de 32.033 euros, nos da la medida de su riqueza. De manera que no es una cuestión económica, sino política. La ultraderecha que apoya al Gobierno danés es un partido xenófobo, que no tiene ningún escrúpulo en confiscar las pocas cosas de valor que puedan llevar encima las personas que han tenido que dejarlo todo atrás para salvar la vida. A este Gobierno que forma parte de la UE le crecen las malas hierbas infiltradas en la democracia danesa y que crecen sin control haciendo el trabajo de los buitres: atacar y destruir a los más débiles.
Tierno Galván decía que las democracias son muy lentas y las dictaduras muy rápidas, y es por eso por lo que, como los payeses que vigilan sus cultivos, a estas formaciones políticas que desmontan las democracias desde dentro hay que vigilarlas desde la justicia de cada país para que, basándose en los pactos de gobierno, no conculquen los valores de la Ilustración que son los que han permitido el crecimiento de la civilización.