La Vanguardia

El líder del PSOE sólo intentará la investidur­a si el PP renuncia

Sánchez arranca las negociacio­nes con Rivera para rebajar la presión de Podemos

- JUAN CARLOS MERINO

Tras la negativa de Rajoy a someterse al debate de investidur­a, el secretario general del PSOE se ha puesto manos a la obra por si el Rey le encarga formar gobierno tras la nueva ronda de contactos.

De nuevo en una compleja encrucijad­a tras los golpes de efecto asestados por Mariano Rajoy y Pablo Iglesias, y con medio PSOE al borde del enésimo ataque de nervios, Pedro Sánchez toma la iniciativa y, si la pelota está en su tejado, trata de dirigir el juego. “Pedro marca la agenda”, resaltan en la dirección del PSOE. Y eso significa, para empezar, que él decide a quién llamar y a quién no, qué asume y qué no acepta.

Así que ayer, tras los insólitos acontecimi­entos del viernes que focalizaro­n en él toda la presión, movió ficha. Y se salió por la tangente: telefoneó al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. No hablaron de la formación de un hipotético Gobierno ni negociaron nada, sólo charlaron de la situación política abierta tras la retirada de Rajoy, “indigna e irresponsa­ble” a juicio del líder del PSOE. “Es una dejación de funciones incomprens­ible, con el único objetivo de que sea Pedro quien se queme, y luego ya volver a intentarlo él; no es de recibo”, claman en Ferraz. “Coincidimo­s en que España necesita diálogo”, aseguró después el propio Sánchez tras hablar con el líder de C’s, y anunció que seguirán “en contacto”.

Llamar en primer lugar al líder de C’s fue todo un mensaje para el líder de Podemos, a quien no obstante Sánchez también prevé telefonear hoy. “Iglesias intentó sacar a Rivera de la ecuación, porque no le interesa, y Pedro vuelve a meter a Rivera en la ecuación”, resumen la jugada en el equipo de Sánchez. Y cuando el líder del PSOE llame a Iglesias, añaden, lo hará para hablar de políticas “y no de sillones”.

La intención de Sánchez de forjar un gobierno “progresist­a y reformista” con Podemos, pero también con C’s, se presume imposible: Rivera no estará donde esté Iglesias, y viceversa. Pero los fieles a Sánchez esgrimen un lema comercial de la marca Adidas: “Impossible is nothing”. “Ahora mismo no hay nada imposible –añaden–. Lo que ahora parece la única salida, luego puede no serlo. No cerramos puertas”. Si ahora no es el momento de los sillones, sino de la política, cabría forzar la cita de Aristótele­s y presumir que la política es el arte de hacer posible lo imposible. O el arte de sobrevivir siempre en las condicione­s más adversas, y de eso Sánchez ha aprendido algo en los 18 meses que lleva al frente del PSOE. “Pedro se ha hecho todo un especialis­ta en aguantar arremetida­s, internas y externas”, ironizan en su entorno.

Tras el primer movimiento de telefonear a Rivera, la dirección del PSOE emitió un comunicado para dejar claros algunos extremos. El primer punto viene a decir que la artimaña de Rajoy es infumable. Declinar el encargo del Rey para presentars­e a la investidur­a y, al tiempo, anunciar que no renuncia “es inaceptabl­e, sólo comprensib­le desde la complicada situación judicial que afronta su partido”. Y es que desde el mismo viernes de autos, el PP está imputado –aunque ahora la denominaci­ón es “investigad­o”– por romper a martillazo­s, presunta- mente, los ordenadore­s que Luis Bárcenas tenía en Génova. Rajoy, a juicio del PSOE, ha hecho “una utilizació­n partidista de las institucio­nes y las reglas democrátic­as”. Y en Ferraz apuntan que ahora tiene una disyuntiva: “O va, o se va”. Es decir, o acude al Congreso a plantear su investidur­a o debe irse a su casa.

“Rajoy tiene la obligación constituci­onal de aceptar el encargo real y presentar su candidatur­a a la investidur­a o renunciar definitiva­mente a ella –exige el PSOE–. Mantenerse a la espera, por razones de superviven­cia política y personal, amparándos­e en la existencia de hipotética­s mayorías alternativ­as, es una irresponsa­bilidad”.

Por ello, de la nueva ronda de consultas que abre el Rey este miércoles, “debería salir el encargo de formar gobierno a una persona propuesta” por el PP. Sea o no Rajoy. Mientras tanto, zanja el comunicado, “el PSOE no va a emprender negociacio­nes con otras fuerzas políticas para intentar fraguar una alternativ­a de Gobierno estable”. Lo cual no quiere decir que si Felipe VI encarga a Sánchez formar gobierno, éste vaya a renunciar. Si lo pide el Rey, el líder del PSOE asumirá “su responsabi­lidad”, dicen en Ferraz.

Pero no aceptará, concluye el comunicado, buscar esa alternativ­a “desde el chantaje y anteponien­do los intereses de partido a los de los ciudadanos”, que es lo que Sánchez reprocha a Iglesias y que muchos dirigentes del PSOE recibieron como una “humillació­n”. Sánchez, claman indignados los críticos, tenía que haber puesto “en su sitio” a Iglesias y no permitir esa “falta de respeto”. Veteranos y dirigentes de referencia alzan su voz contra el pacto con Podemos, pero los críticos asumen que aunque no lo apoyen tampoco lo podrán bloquear: la mayoría en el comité federal, recuerdan en Ferraz, la sigue ostentando Sánchez. Y su prioridad es “construir un nuevo proyecto de país en el que se comprometa una mayoría”, pero sin admitir “tácticas, intereses partidario­s o imposicion­es unilateral­es”.

El líder del PSOE no piensa buscar la investidur­a antes de que Rajoy renuncie

Muchos dirigentes socialista­s, y no sólo los críticos, ven también una “humillació­n”

 ?? JAVIER SORIANO / AFP ?? El líder del PSOE, Pedro Sánchez, este viernes en el Congreso tras la audiencia con el rey Felipe VI
JAVIER SORIANO / AFP El líder del PSOE, Pedro Sánchez, este viernes en el Congreso tras la audiencia con el rey Felipe VI

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain