El Gobierno transmite a la gran empresa la posibilidad de elecciones
El presidente y miembros de su Gabinete transmiten que no sería dramático
El mundo de la gran empresa y los lobbies a él asociados han dedicado los últimos días a auscultar el estado de ánimo del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y de su entorno, y consideran que el actual inquilino de Moncloa ve unas nuevas elecciones como la situación que más le favorece. Más después de su renuncia a asumir en primer lugar el encargo del Rey para la investidura.
Los presidentes de algunas grandes empresas españolas que han estado en contacto con el entorno del presidente en funciones ya habían detectado con varios días de antelación que Rajoy consideraba muy seriamente la posibilidad de rehusar el encargo real. Además de estas fuentes empresariales, otras próximas al Gobierno también apuntan en la misma línea. En los lobbies empresariales, pues, no ha causado sorpresa el anuncio, al tiempo que no compran la idea de que Rajoy haya tomado esa decisión sólo como reacción a la propuesta el pasado viernes de Pablo Iglesias, máximo dirigente de Podemos, de un pacto de gobierno al PSOE.
Entre los últimos contactos de Mariano Rajoy con representantes del mundo económico figura Antón Costas, presidente del Cercle d’Economia, con quien se reunió el miércoles pasado. El dirigente del foro empresarial catalán acudió a la Moncloa no sólo con su conocida propuesta de gran coalición para acometer un programa de grandes reformas; también quería transmitir a Rajoy que el relevo en el Palau de la Generalitat, con la nueva presidencia de Carles Puigdemont, ha abierto, en su opinión, una nueva fase en la política catalana “más pragmática”, de la que tanto el PP como el PSOE deben tomar nota para aportar propuestas consensuadas. Propuestas similares le han llegado al presidente del Gobierno desde otros ámbitos.
En todos los casos, la respuesta de Rajoy ha sido tan escueta como poco elaborada: “Él dice que no tiene los votos, en cambio Pedro Sánchez, el líder del PSOE, tiene más opciones, por lo que él debe tomar la iniciativa....”, según una fuente presente en alguna de las reuniones. Sobre la mesa, la opción de unas nuevas elecciones, que el presidente en funciones ha verbalizado que es la más favorable para el PP.
En la misma línea se han manifestado también en privado destacados miembros del equipo económico del Gobierno, que no comparten el diagnóstico empresarial de que nuevos comicios pueden suponer un riesgo para las variables de la economía española.
“Los mercados de deuda están de momento muy tranquilos; es cierto que la economía mundial se ha complicado, pero el Banco Central Europeo (BCE) ya ha salido al paso para lanzar un mensaje de sosiego; los presupuestos del 2016 están presentados y aprobados, y la economía sigue marcando registros sólidos en términos de empleo y de recaudación fiscal. En resumen, no hay que pensar que unas nuevas elecciones serían un acontecimiento dramático”, señalan fuentes próximas al Ejecutivo en funciones.
Esto no significa, según estas mismas fuentes, que Rajoy haya renunciado a su propuesta de gobierno de coalición, defendida por otros miembros de su Gabinete, y que no esté preparando una oferta en esa línea para Pedro Sánchez. “Desde una vicepresidencia
EQUIPO ECONÓMICO Ya ha expresado que los nuevos comicios no serían un hecho dramático
CERCLE D’ECONOMIA
Costas transmite a Rajoy que el cambio en la Generalitat supone más pragmatismo
única para él, hasta cambios radicales en el sistema de financiación autonómica para tranquilizar a sus barones o una revisión de algunas medidas aprobadas en el pasado por el Gobierno del PP”, apuntan desde el equipo gubernamental.
Pero al mismo tiempo, tanto los empresarios más activos como el propio Rajoy conocen ya la respuesta de Pedro Sánchez a esa propuesta: la gran coalición es un arma arrojadiza contra el PSOE y no se puede tener en consideración sean cuales sean las modalidades que finalmente ponga el PP sobre la mesa.
En cualquier caso, el objetivo ahora de las élites empresariales es hacer todo lo posible para evitar un pacto PSOE-Podemos, tanto por preservar sus propios intereses económicos como porque consideran que engendraría una dinámica de choque con el PP que dejaría en el aire tanto la vigencia del programa aprobado por el gobierno anterior como la del de la nueva coalición. La idea, volver a poner sobre la mesa una propuesta de gran coalición “en el último minuto”, con un programa mínimo de reformas, según fuentes próximas al Cercle d’Economia. Aunque el mundo empresarial acabaría aceptando la opción del PP por nuevas elecciones antes que el pacto con Podemos.