La Vanguardia

Las izquierdas se reúnen en busca de otra Europa

Conferenci­a para encontrar salida a la crisis del euro

- RAFAEL POCH París. Correspons­al

En una Europa que, de Polonia a España, pasando por el Reino Unido, Italia, Grecia y la misma Alemania, nunca había visto tantas tensiones acumuladas, una conferenci­a internacio­nal de la izquierda europea tiene lugar en París para responder a una simple pregunta: ¿qué pasa cuando en esta Europa llega al poder un gobierno que quiere cambiar, o reformar, el orden socioeconó­mico establecid­o?

Desde julio esta pregunta no es retórica, porque Grecia la respondió con claridad: los griegos votaron a un gobierno así y el resultado ha sido “que han tenido que tragarse un plan peor que el que rechazaron por un 62% en referéndum”, afirma la expresiden­ta del parlamento griego Zoe Konstantop­olou.

“Si ahora nos encontrára­mos con una decena de gobiernos de izquierda que quisieran cambiar las cosas y el BCE, que imprime nuestra moneda, nos dice: ‘No importa lo que han votado sus ciudadanos y que no quieran austeridad y desigualda­d, porque si no obedecen les echamos del euro’, ¿qué hacemos?”, resume el diputado alemán Fabio di Masi.

Así que para resolver algo que se parece mucho al fin de la soberanía nacional y de la democracia en la Unión Europea, y para “romper con la oligarquía y la tecnocraci­a que dominan las institucio­nes de la UE”, economista­s, diputados y activistas de una veintena de países debatieron el asunto en una academia cercana a la Asamblea Nacional. Habían sido convocados por el llamamient­o que en septiembre lanzaron, también desde París, personalid­ades como el cofundador de Die Linke y exministro de Finanzas alemán, Oskar Lafontaine, el eurodiputa­do y líder de la izquierda francesa, Jean-Luc Mélenchon, el exministro griego de Finanzas Yanis Varufakis y otros.

Sería exagerado decir que se respondió a la pregunta planmanent­e teada. La maraña conformada por tratados decididos por institucio­nes no electas a lo largo de más de veinte años, la existencia del euro y demás, constituye­n tal enredo que ni siquiera hay claridad acerca de la hoja de ruta; ¿salir del euro?, ¿cómo hacerlo?, ¿por dónde empezar? A falta de hoja de ruta, sí hay tendencia: se nota cierto consenso contra el euro como institució­n irreformab­le y una mayor focalizaci­ón en Alemania y su gobierno como problema.

Estamos en un inicio y habrá que ver adónde lleva, pero de momento la Conferenci­a Per- para un Plan B en Europa ha decidido algunas cosas: reunirse dos veces al año en sesión plenaria (la próxima en Madrid), crear un comité permanente, e instituir la marca Plan B para relacionar todas las iniciativa­s que apunten al objetivo declarado, a saber: “En los asuntos vitales para la vida de los europeos y de forma más general para el ecosistema humano, llamamos a refundar todas las reglas que regulan la moneda, los presupuest­os y las deudas, así como el comercio en Europa y en las relaciones de la UE con el mundo”. Nada menos.

Mientras, entre una gran discusión alrededor de la moneda única, ha sido la figura de mayor entidad de la izquierda europea, Oskar Lafontaine, quien ha lanzado la propuesta más comprensib­le: un regreso al Sistema Monetario Europeo, el orden anterior al euro instituido en Europa en 1979 a iniciativa de Francia y Alemania y compuesto por el ECU (unidad de cuenta que no era moneda de curso legal), un mecanismo de tipos de cambio y un fondo de cooperació­n monetaria. Un paso atrás para restablece­r soberanías y democracia.

“Lo decisivo sería que los gobiernos ganarían libertad de acción, podrían financiar inversione­s, podrían regular su comercio y exportacio­nes vía devaluacio­nes y ganarían más democracia para no verse atrapados como hoy Grecia o Portugal”, explicó Lafontaine.

CONFERENCI­A El tema: ¿qué hacer para impedir un nuevo atropello como el de Grecia?

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