La prostitución
Según los medios de comunicación, el aumento de la prostitución en Barcelona alcanza ya cifras alarmantes. Se está creando una industria clandestina con ganancias elevadas, pero también con costes muy elevados, tanto personales como sociales. El caso es que la prostitución se ha convertido en un fenómeno arraigado, al que ahora quiere darse categoría de trabajo.
La legislación de la prostitución en Alemania, Holanda, Nueva Zelanda, Nueva Gales del Sur, Nevada, etcétera, está llevando al auge de este negocio. En Alemania, donde la prostitución es legal desde el 2002, se han desarrollado auténticos megaburdeles en los que prestan sus servicios más de 400.000 prostitutas, de las que sólo un ínfimo número se ha registrado legalmente.
Hay países mucho más sensatos (Noruega y Suecia) que han endurecido las leyes contra la prostitución, eligiendo el camino de penalizar a los clientes.
La trata de personas para la prostitución no ha desaparecido
en los países donde es legal, al contrario, la demanda ha aumentado. Según un estudio de los economistas Niklas Jacobsson y Andreas Kotsadam, en un análisis realizado en 30 países, allí donde hay un mayor reconocimiento legal de la prostitución, también existe un mayor tráfico de personas para este fin.
Pienso que si la erradicación está fracasando es porque faltan unos sólidos principios morales, tanto en los gobiernos centrales como en los autonómicos.
JOSÉ L. PÉREZ GONZÁLEZ
Barcelona