“Una ayuda para todos no es un incentivo”
Expertos piden evaluar las políticas a favor del autoempleo
El impulso al autoempleo ha sido uno de los pilares básicos en materia laboral del Gobierno de Mariano Rajoy. Se trataba de facilitar instrumentos con los que conseguir amarrar al mayor número posible de trabajadores a la ocupación, en un momento de fuerte destrucción de empleo. En el 2013, se aprobó la ley de Apoyo a los Emprendedores –que no de los autónomos– por la que, entre otras medidas, los nuevos trabajadores por cuenta propia pudieron arrancar con una tarifa plana de 50 euros de cotización para los seis primeros meses. La bonificación a la Seguridad Social se iba incrementando de forma progresiva –134 euros hasta concluir el primer año y casi 190 hasta los 18 meses–. En un principio estuvo dirigida a los menores de 30 años, pero más tarde se implantó para todos los que se afiliaron como autónomos por primera vez.
Según datos facilitados por el Ministerio de Empleo el pasado agosto, el número de beneficiarios ya superaba los 365.000 (255.000 con menos de 30 años). Poco más se sabe del impacto de esta ayuda, y de ahí parte la solicitud de los expertos de evaluar el efecto en el mercado laboral.
Como pasa con el resto de las políticas públicas, resulta imprescindible conocer la eficacia de iniciativas como la tarifa plana de cotización para plantear posibles mejoras. Atendiendo a los resultados de las investigaciones sobre autoempleo y emprendimiento, Begoña Cueto defiende que hay que dar mucha mayor relevancia a cubrir la necesidad de información de los que quieren trabajar por cuenta propia. Dada la alta tasa de mortalidad de estos negocios, recomienda dejar de concentrar las políticas en apoyar el momento inicial del proyecto profesional del autónomo y mantenerlo durante uno o dos años.
En todo caso, la profesora de la Universidad de Oviedo se muestra partidaria de mejorar las políticas de apoyo al autoempleo y el emprendimiento, dejando a un lado las medidas universales (como la tarifa plana) para seleccionar adónde han de ir concentrados los esfuerzos de la Administración. “Favorecer a todo el mundo, sea a la tarifa plana a los emprendedores o mediante la reducción de la cotización para cambiar un contrato temporal por uno indefinido, no es llevar a cabo una política de apoyo, de incentivos, porque no tiene efecto”. La selección puede dar más oportunidades a colectivos con mayores dificultades, sectores prioritarios o iniciativas con un potencial más claro de generar empleo.
La profesora de la UNED e investigadora de Funcas Elisa Chuliá también pone peros a los incentivos “para todos” y reclama analizar este tipo de políticas. Aunque reconoce que las bonificaciones reciben críticas porque contribuyen a mermar los recursos de la Seguridad Social, Chuliá defiende que suponen un acicate para profesionales “que probablemente no se atreverían a trabajar por su cuenta”.
La asociación de autónomos ATA ha apoyado las bonificaciones a la cotización. Desde hace tiempo, para apoyar la actividad de los autónomos, ATA reclama al Gobierno un cambio de calado para que la base de cotización deje de ser voluntaria y se haga en función de los beneficios.
En paralelo, instituciones como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han pedido prestar especial atención al avance del autoempleo en países como España. “Por un lado, es positivo que personas sin trabajo se embarquen en un proyecto profesional, aprovechando en muchos casos las ventajas de las tecnologías de la información, sobre todo porque el trabajo independiente es una de las tendencias crecientes en el mercado laboral del futuro”, asegura el director del departamento de investigaciones de la OIT en Ginebra, Raymond Torres. Sin embargo, prosigue, “hay que evitar abusos: no puede ser que un trabajador por cuenta propia dependa de una sola empresa, porque sólo le mueve la reducción de costes laborales –dejan de hacerse cargo de la protección social, no asumen los costes de posibles accidentes–. En Holanda, en Eslovenia, han comenzado a legislar contra algunos abusos; es necesario ir ajustando la normativa”.
Los especialistas reclaman que el apoyo público vaya más allá del momento en que se inicia el autoempleo