Un inversor con vistas
CHRISTOPHER POMMERENING, COFUNDADOR DE ACTIVE VENTURE PARTNERS
La sede de Active Venture Partners está en la que debe de ser una de las oficinas más singulares de Barcelona: el ático de la casa Lleó i Morera, y sobre todo su espectacular terraza con vistas sobre el paseo de Gràcia, son un argumento más que convincente para recibir a los inversores internacionales, cada vez más interesados por lo que se cuece en la ciudad. Active Venture Partners lleva cuatro años en el edificio modernista, pero su historia empezó mucho antes, en el 2002, cuando dos alemanes y un sueco fundaron en Barcelona esta gestora de capital riesgo de alcance europeo y especializada en tecnología, que con los años se ha consolidado como uno de los actores más relevantes del sector.
El cofundador y consejero delegado de Active es Christopher Pommerening. Nacido en Hamburgo en 1974, estudiaba en la European Business School de Londres y llegó a Barcelona en 1998 para un intercambio de seis meses. Acostumbrado a los días grises del norte, “a la semana ya había decidido que esta es la ciudad donde me quería quedar a vivir”. Así que enseguida encontró motivos para alargar su estancia: se compró una pequeña lancha en el Port Olímpic y “negocié tanto con el propietario, que me pidió que le ayudara a construir el negocio de alquiler”. Poco después, dos amigos suyos alemanes crearon Autoscout24 (que se convertiría en el mayor mercado europeo de clasificados) y le propusieron abrir el mercado español: ese plan de expansión fue también su proyecto final de carrera. En casa había vivido el mundo de la consultoría (su padre trabajaba en McKinsey), y Christopher explica que “a los 14 años descubrí que a mí lo que me gustaba era crear las empresas”.
En el 2002 dejó Autoscout24 y con Philipp Schroeder (su amigo del cole de toda la vida) y Ricard Söderberg (con quien coincidió en Londres y se reecontró en Barcelona) se dieron cuenta de que “en España apenas había capital riesgo, el que había era institucional. Tampoco en Europa había mucho impulsado por emprendedores”. Y crearon la gestora, que cuenta con dos fondos: el primero, en el 2004 con 20 millones de euros, fue Molins Capital Inversió, con dinero de los Molins Gil y otras ocho familias, catalanas, españolas y alemanas. Desde el 2010 funciona el segundo fondo, Amerigo Innvierte Spain Ventures, con 54 millones aportados por varias familias, además de Telefónica, el Cedeti, el BEI, el ICO y el ICF. Entre los proyectos invertidos por Active están BuyVip, GoldenGekko, Zyncro, Telemedicine Clinic, ReviewPro, Traity o Percentil. En total, 26 inversiones; de 12 han salido, 14 están activas. “En algunas hemos fracasado, o perdido, o sacado algo, o ganado, o ganado mucho”. “Toda mi vida me he llevado por pasiones”, explica Pommerening. Como cuando, haciendo la mili, se compró, “de segunda mano, un coche divertido para disfrutar de las tardes”: el Lancia Delta Integrale se lo llevó a Londres, donde un concesionario se lo quiso comprar, pagándole un 30% más. “Busqué en una revista italiana de coches de segunda mano, nos fuimos con un amigo a Trieste y me compré otro Integrale, volvimos conduciendo hasta Londres... y lo volví a vender”. Y así seis veces. “Los de Autoscout24 sabían de mi pasión...”. “Como emprendedor yo también cometí errores. Como inversores intentamos transmitir experiencia propia, no consultoría. Eso nos acerca a los emprendedores”. Cuentan que es un tipo con carácter, de negociación dura y que dice lo que piensa, pero al mismo tiempo está muy implicado en los proyectos y es un buen aglutinador de la comunidad internacional en Barcelona –es cofundador del clúster Bcn Tech City–. Enamorado del mar y de Sitges –“vivimos entre los viñedos y el mar”“, con su mujer, Daniela Arens (fundadora de la plataforma para emprendedores Foundum) tienen dos hijos, Luca y Jona, de 4 y 2 años: por ellos ha aparcado de momento el velero, “hasta que aprendan a nadar”.
Está convencido que ahora hay una buena ventana de oportunidad para que las empresas consigan dinero, y que en Europa se hacen proyectos más sólidos, no sólo pensando en hinchar valoraciones: “Hemos analizado y la eficiencia del capital es 2,5 veces mayor que en EE.UU.”. Active tiene oficinas en Alemania y Escandinavia, donde están ahora los otros dos fundadores. Pero piensa que algún día Barcelona ganará a Londres y Berlín: “Allí puedes ganar más dinero, pero la calidad de vida y la felicidad como objetivo máximo son muy difíciles de superar en ningún otro lugar”.
Dos alemanes y un sueco crearon en el 2002 la gestora de fondos, con vocación europea y especializada en tecnología