El PP apela al espíritu de la transición para tensar al PSOE
Sánchez se blinda ante el órdago de Podemos para calmar a sus barones Los populares hurgan en la división socialista con contactos extraoficiales
El presidente del Congreso vuelve hoy a la Zarzuela con una lista de partidos para que el Rey inicie su segunda ronda de consultas en busca de un candidato a la investidura. De momento, el PP lo fía todo a un cambio de actitud en el PSOE, y el líder de los socialistas enfría la negociación con Podemos.
El espíritu de la transición, que protagonizaron en parte los que aún son considerados pesos pesados del PSOE, se ha convertido en la gran baza del PP para presionar a los socialistas, y en especial a Pedro Sánchez, para que se siente a hablar. Y al espíritu de la transición apelan ahora los dirigentes populares que intentan por todos los medios un cambio de actitud del líder socialista, que les permita sentarse y por lo menos hablar sobre lo que el PP está dispuesto a ofrecer para llegar a un acuerdo.
“Hay que hablar para hablar del futuro del país”, dijo ayer la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. “Tenemos que recuperar el espíritu de la transición y sentarnos a hablar”, imploró. Un diálogo en el que populares y socialistas defiendan sus proyectos, pero busquen puntos de encuentro que hagan posible por lo menos explorar las posibilidades de pacto. “En esos acuerdos tendrá que haber cesiones de cada uno y tendremos que ser generosos, pero es necesario para España que hagamos las grandes reformas que requiere nuestro país, y este es el momento”, apuntó.
Se trata, según los dirigentes del PP, de que se pueda hablar de contenidos y no de personas, que se pongan encima de la mesa las reformas que cada uno considera que deben llevarse a cabo y ver si son posibles acuerdos, como ocurrió en la transición. “Tenemos que hacer que en esa segunda transición que hoy es más necesaria que nunca estemos los partidos que creemos en un Estado social y democrático de derecho, que creemos en la libertad, en la justicia, en la igualdad, en el pluralismo político”, dijo Cospedal ante la junta directiva provincial del PP de Guadalajara. Habla, por supuesto, del PSOE y de Ciudadanos, que pese a pertenecer a lo que se ha dado en llamar nueva política, ha hecho suya la transición y la defensa del marco constitucional, sin olvidarse de otros partidos como el PNV, al que el PSOE no descarta incorporar a un acuerdo.
Pero la apelación y el emplazamiento no los hace Cospedal sólo con buenas palabras, sino también con críticas al secretario general del PSOE: “Tenemos una oportunidad de hacer un gran país”, dijo, pero añadió una invectiva: “Le pido al PSOE que no tenga siempre encima de la mesa esa clara vocación de odio, de resentimiento, de rencores, de sectarismo, que no vuelva siempre a lo mismo, que en 1978 ya dejamos atrás todo eso”, dando lugar, recordó, “a una transición democrática que fue ejemplar y que produjo el mayor desarrollo eco- nómico, social, político, democrático y autonómico que se ha producido en ningún país de nuestro entorno”.
Es una “llamada a la responsabilidad” que hace el PP ante la imposibilidad reconocida por el propio Mariano Rajoy de hablar con Pedro Sánchez. Pero el presidente del Gobierno en funciones
PUERTAS ABIERTAS ... El PP hará repetidos llamamientos al pacto, apelando a la transición
... PERO CON CRÍTICAS La dirección popular confía en los socialistas críticos contrarios a la estrategia de Sánchez
no quiere que le acusen de ningunear al líder socialista y mantiene que sólo habla con la dirección oficial del PSOE.
Eso no quiere decir, sin embargo, que los cauces de diálogo estén rotos porque, según fuentes populares, distintos dirigentes del PP, aunque no sea Mariano Rajoy, sí mantienen contactos extraoficiales, al margen de la cúpula del PSOE. Son conversaciones con “gente razonable del PSOE”, precisan las mismas fuentes, con la que no se está negociando nada, pero sí se intercambian opiniones y voluntades sobre cómo se desarrolla la situación política. Son socialistas contrarios a la forma en la que Pedro Sánchez está “poniéndose en manos de Podemos” con tal de llegar a un acuerdo, que, según Cospedal. sería “un pacto a la contra, sin ni siquiera dejar una posibilidad al diálogo”.
Y es que Mariano Rajoy fía todo su futuro a que Pedro Sánchez se avenga a hablar.