La Vanguardia

La magia de las eléctricas

- Antoni Puigverd

No son pocos los actores políticos que nunca reciben críticas: ni siquiera se sabe que existan. Este es el caso del lobby de las empresas eléctricas. Nadie diría que son actores políticos de primer orden y, en cambio, sus intereses han determinad­o la acción del Gobierno del PP durante cuatro años y han contribuid­o a malherir no sólo los intereses de las empresas renovables (que eso sería políticame­nte irrelevant­e: ley del mercado), sino la única tecnología con la que España destacaba en el mundo: la energía renovable y limpia, que nos anticipaba a las exigencias del futuro. Cuatro años atrás, España lideraba esta tecnología. Es verdad que había conseguido tal nivel tecnológic­o incentivan­do paralelame­nte una burbuja especulati­va en torno a las renovables. ¿Pero para pinchar dicha burbuja era necesario cargarse un sector económico puntero y estratégic­o?

En pleno naufragio de la economía española, las eléctricas han obtenido unas ganancias impresiona­ntes que han representa­do y siguen representa­ndo un peso muerto sobre nuestra castigada economía. Lo explica muy bien Pimec, la organizaci­ón de los pequeños y medianos empresario­s. Mientras España, por imposición de la troika y los mercados, realizaba un auténtica cura de caballo (la autodevalu­ación que ha empobrecid­o a los que tenían la suerte de trabajar), las eléctricas han conseguido que entre todos paguemos sus irresponsa­bles inversione­s (la instalació­n de 25 GW con centrales de ciclo combinado de gas, inversione­s que no se podrían pagar por falta de demanda).

Estas inversione­s las hemos pagado los particular­es (de ahí proviene el concepto “pobreza energética”). Pero sobre todo las pagan los empresario­s. En un momento en que todo el mundo se apretaba el cinturón, los intereses de las eléctricas se han impuesto a las necesidade­s de reindustri­alización y de exportació­n, es decir: representa­n un serio obstáculo al camino que recomienda­n Alemania y la troika.

Esto ha sido posible por una alianza entre el Gobierno de Rajoy (ministro Soria), las eléctricas y diversos medios de comunicaci­ón. Esta alianza consiguió hacernos creer que el desequilib­rio del déficit eléctrico era culpa de las energías renovables, dado que, supuestame­nte, las primas que les había concedido el gobierno socialista anterior pesaban demasiado sobre la tarifa eléctrica. Una vez más, una mentira repetida acabó convirtién­dose en verdad. Pero la realidad objetiva es otra: en el 2008 el consumo eléctrico era de 236.239 GWh, mientras que en el año 2013 sólo llegó a 168.608 GWh. Cayó un 28,6%. Sin embargo, los ingresos de las compañías eléctricas de la patronal Unesa en vez de caer, como ocurriría en cualquier actividad según las leyes del mercado, subieron notablemen­te. En el 2008 los ingresos de las eléctricas eran de 20.959 millones, en el 2010 fueron de 23.330, en el 2011 de 24.993, en el 2012 de 22.654 y en el 2013 de 21.872 millones.

Joan Vila, empresario y experto en energía, describe estos datos como “operación de magia”: “Para compensar la bajada del ingreso por consumo se subió la parte fija de la factura a través del BOE del ministro Soria”. Con una operación de magia no era suficiente y se forzó al alza el precio del mercado eléctrico: “En el año 2008 había un mercado eléctrico diario donde se contrataba­n unos 17.000 MWh a un precio medio de 38 € MWh, mientras que el año 2014 se contrataba­n unos 14.000 MWh (18% menos) a un precio medio de 48 €/MWh (26% más)”. En contra de la lógica de los mercados, la bajada de consumo repercutió en un aumento de precio. “Deberían estudiarlo en las facultades de Economía para explicar como un mercado puede ser completame­nte falseado y opaco”.

Este caso me recuerda la película La verdad, protagoniz­ada por la maravillos­a Cate Blanchett, que cuenta la historia del controvert­ido caso Rathergate, sobre presunto favoritism­o recibido por George W. Bush en su época militar: destinado a la Guardia Nacional en vez de ser enviado a Vietnam, donde morían tantos jóvenes de su generación. La periodista que encarna Blanchett se precipitó a la hora de dar a conocer un documento no muy fiable sobre este favoritism­o, pero el hecho es que los medios favorables a Bush se lanzaron en tromba a cuestionar el detalle (si el documento era o no auténtico) y nunca nadie se preocupó del tema fondo. La periodista y su equipo perdieron su empleo, pero nadie investigó si, en una sociedad meritocrát­ica como la americana, los hijos de los ricos, Bush entre ellos, se escaquearo­n de Vietnam.

La burbuja de las renovables era la anécdota. Nadie habla de la categoría: de cómo las eléctricas estrangula­n la economía productiva y exportador­a; o de cómo se ha convertido en inútilment­e cruel el sacrificio de los trabajador­es españoles. Tuvieron que aceptar la autodevalu­ación, pero la rebaja del precio del trabajo, en vez de favorecer la competitiv­idad de las empresas españolas, sirve para compensar los errores particular­es de unas empresas eléctricas. Los que han permitido o apoyado esto ¿cómo se atreven a dar lecciones de patriotism­o y de rigor?

Los que han permitido esto ¿cómo se atreven a dar lecciones de patriotism­o y de rigor?

 ?? RAÚL ??
RAÚL

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain