Una reyerta entre clanes acaba con un muerto
Los Mossos buscan al grupo de cinco o seis personas que apuñalaron a un joven en el bar Nirvana del Port Olímpic
Las cámaras de seguridad del local serán claves para determinar el desenlace del crimen. El joven, de 28 años y vecino de Santa Coloma de Gramenet, fue apuñalado mientras lo acorralaba un grupo de entre cinco y seis personas con las que había mantenido una fuerte discusión.
Según fuentes de la investigación, tanto la víctima como sus atacantes forman parte de clanes familiares de etnia gitana residentes en el barrio de La Mina enfrentados entre sí. Los investigadores intentan aclarar si los dos grupos de jóvenes habían quedado para pelearse previamente en el local o se habían encontrado por casualidad. De hecho, el propietario del establecimiento ha declarado a la policía que los presuntos autores del crimen eran “clientes habituales”.
El presunto autor y sus cómplices huyeron rápidamente del local.
Los Mossos centran sus esfuerzos en detenerlos y en determinar el verdadero móvil.
El local Nirvana como cada sábado estaba muy concurrido. A las 3.34 de la madrugada, los presentes en la pequeña sala de baile avisaron a los controladores de que un chico se estaba retorciendo en el suelo, bañado en un charco de sangre. La fiesta se paró inmediatamente. Los porteros auparon a la víctima, que ya había perdido el conocimiento, y la trasladaron al exterior para que pudiera ser atendida.
El Servicio de Emergencias Médicas le trasladó al hospital del Mar en estado crítico, donde falleció poco tiempo después.
En las imágenes que ya han visionado los investigadores de los Mossos, se puede ver como los atacantes a cara descubierta rodean a la víctima. Uno de ellos rompe un objeto de cristal, un vaso o un botella, y se lo clava directamente en el abdomen.
En los siguientes fotogramas hay un hecho que ha llamado la atención de los investigadores. Con la víctima herida en el suelo, los atacantes se agruparon y cubrieron con una chaqueta al presunto asesino, autor de la puñalada mortal, para evitar que fuera grabado por las cámaras de seguridad, siendo plenamente conscientes de que tras ellos estaban dejando una prueba que se puede convertir en determinante en un posterior proceso judicial.
Las primeras diligencias de la investigación se centraron en tomar declaración a varios testigos, con especial relevancia el del propietario del establecimiento Nirvana, que fue capaz de proporcionar la identidad de los agresores. Su testimonio ha sido muy valioso para poder trazar un perfil de los atacantes y la víctima.
El fallecido, que responde a las siglas D.U., cuenta con siete antecedentes penales en su historial delictivo, algunos siendo menor de edad. Su familia también es conocida por la policía. Su padre y su tío han cumplido condena por crímenes de sangre.
Como es habitual en disputas entre clanes familiares, los Mossos han desplegado un dispositivo preventivo en La Mina para apagar los focos de violencia que busquen vengar la muerte del joven .
Uno de los atacantes rompió un objeto de cristal, un vaso o una botella, y se lo clavó en el abdomen