Líderes en resistencia
El Barça recupera el primer puesto con una racha fenomenal y aleja al Madrid
Poesía y prosa. Ética y estética. Brocha gorda y pincel fino. Juego y resultado. Belleza y sobriedad. Contundencia y fortuna. Todos estos conceptos se han mezclado en la coctelera barcelonista para llevar al equipo de Luis Enrique a una de las mejores rachas sin perder de la historia del club. Una racha de 24 partidos sin morder el polvo que ha vuelto a catapultar al Barcelona al liderato de la Liga tras el empate de ayer del Atlético contra el Sevilla. En una jor- nada redonda el equipo blaugrana amplió su ventaja con respecto al Madrid a cuatro puntos. Con un partido menos, este Barça resistente regresa a la cabeza. Una guinda que da lustre a este serie de imbatibilidad que arrancó tras la derrota en Sevilla del 3 de octubre.
En esta magnífica coyuntura ha habido un denominador común, el aferrarse a los encuentros en cualquier circunstancia. Es el Barça un equipo de fondo, un 4x4 que se adapta a todos los terrenos para llegar a su destino. Con esa fuerza mental el Barcelona se mantiene con to- dos los ases de la baraja en la mano, a la espera de sacar adelante esta semana. Siete días que son importantes para certificar el miércoles ante el Athletic el billete para las semifinales de la Copa del Rey y para apuntalar el liderato contra el Atlético el sábado, también en el Camp Nou, y siempre con el comodín del partido pendiente de Gijón en la recámara.
Es verdad que el equipo está recibiendo toques de atención desde que el objetivo del Mundial de Clubs apareció por el horizonte. Ese torneo tan goloso como incómodo provocó que los jugadores perdieran fuelle contra el Deportivo en la Liga, y la falta de puntería les condenó a empatar en Mestalla. En Cornellà hubieran necesitado más ardor de salida, y en Málaga directamente no comparecieron realmente hasta la segunda mitad. Pero, pese a todos estos despistes que humanizan al equipo, el Barça ha tirado adelante. Sólo le faltan un par de esfuerzos más para completar un notable mes de enero. De momento suman seis victorias y un empate en este 2016. Buenos números
El Barça empata con el Atlético y aventaja en cuatro puntos al Madrid con un partido menos El equipo de Luis Enrique está capeando enero con solvencia y debe rubricarlo en una semana importante
en una fase de la temporada que siempre suele ser farragosa porque la Champions está aparcada, porque la Copa puede ser traicionera y porque empieza a pesar la acumulación de partidos, como recordó Sergio Busquets el sábado (“no somos máquinas”).
El juego no está rozando la excelencia de finales de noviembre, con las goleadas consecutivas al Madrid y al Roma, pero para que la producción de resultados no se detenga Luis Enrique ha comenzado a mover el banquillo gracias al desembarco de Arda Turan y Aleix Vidal.
El asturiano, al que le ha costa- do introducir suplentes en partidos de relieve, ha tenido un papel más importante en los descansos. Sin querer revelar cómo son sus charlas del entreacto, ya dejó caer que los futbolistas acostumbran a ser conscientes de sus bajadas de tensión y que él no hace más que remarcar en qué puntos el equipo ha de mejorar. El Barça salió del vestuario tanto en Cornellà como en La Rosaleda con otra cara, dispuesto a establecer su superioridad técnica e incluso física (el equipo blaugrana no es para nada débil en esta faceta) en cuanto las pilas del rival se van encaminando hacia la luz roja.
En Málaga les vino a decir a los jugadores lo mismo que radiogra- fió después en la rueda de prensa, que el Barça había estado nefasto. “Si lo dice Luis Enrique, va a misa”, resumió de manera gráfica Mascherano. Una frase significa- tiva porque pone sobre la mesa la autoridad que ha ido adquiriendo el asturiano desde que sobrevivió a la crisis de Anoeta. Un año después, el Barça continúa enseñando el retrovisor a todo el mundo.
El juego del Barcelona no es soberbio como a finales de noviembre, pero su regularidad es patente