El Atlético cede la cabeza
El equipo de Simeone fue incapaz de ganar pese a jugar media hora con uno más
El Atlético probó ayer su propia medicina en el Vicente Calderón y tuvo que ceder el liderato a una semana de acudir al Camp Nou al no pasar del empate sin goles ante un Sevilla que hizo del partido una guerra de trincheras y que supo resistir pese a jugar la última media hora con uno menos por expulsión de Vitolo.
Fútbol hubo poco, de calidad nada de nada, pero nervios, emoción y entrega, toda la que se quiera. El Atlético buscó mucho más la victoria, pero se la negó el Sevilla con una defensa obstinada que desbarató todos los intentos de un Atlético poco inspirado en los últimos metros y que tampoco encontró la solución en el laboratorio del Cholo; es decir, en las jugadas a balón parado.
Emery ya anunció desde la alineación que su idea se basaba más en anular las virtudes del contrario que en potenciar las de su equipo. Con una alineación muy física, Ever era su único pelotero para manejar el centro del campo y fiarlo todo en la potencia cabeceadora de Fernando Llorente, al que no le llegó un balón en condiciones en todo el partido. Simeone apostó por su once de gala, con Augusto de escudero de Gabi en el doble pivote y Koke y Saúl en las bandas. Si su plan era el de abastecer de balones a Griezmann y Vietto, nunca resultó porque el centro del campo hispalense ahogó la zona de crea- ción y el juego se desarrolló en pocos metros. Los porteros no tuvieron que intervenir en la primera parte, que fue un chocar y chocar sin encontrar espacios.
Simeone alteró el plan en la segunda parte dando entrada a Carrasco, que salió en lugar de Augusto para abrir el campo. El belga es un jugador de grandísima proyección y enseguida se convirtió en el revulsivo esperado. Entre Carrasco y Vietto empezaron a hacer daño al Sevilla. Griezmann cabeceó un balón al poste y en su peor fase Vitolo vio la segunda amarilla, lo que le costó la expulsión y la de Unai Emery, que se la ganó por sus protestas desde la banda culminadas con la frase: “Esto es una puta vergüenza”, según reflejó Iglesias Villanueva en el acta.
Con media hora por delante, el Atlético se las prometía felices, pero el Sevilla sacó todo su espíritu competitivo, que es mucho. Unas veces por las buenas, con un achique de espacios y una defensa de manual; otras por las malas, con marrullerías de todo tipo, como cuando Sergio Rico se hizo el lesionado y perdió casi tres minutos cuando nadie le había tocado.
El caso es que entre el buen hacer del Sevilla, el poderío de Krychowiak para salir con el balón desde atrás y los nervios e imprecisiones de los locales, el tiempo se le fue escurriendo al Atlético sin atinar siquiera en poner en peligro el área visitante. El Cholo lo fue intentando todo. Primero puso en acción a Jackson Martínez, que una vez más demostró que ahora mismo es un desastre; luego, sacó a Correa por un cansado Vietto. El ex del Racing tuvo en sus botas las mejores acciones, pero pecó de poco solidario y siempre le faltó el pase final. El Sevilla celebró por todo lo alto el punto, y el Atlético se retiró enfurruñado, fuera del liderato en una semana en la que le esperan Celta en la Copa y Barça en la Liga.
El Atlético llevó el peso del juego, pero apenas tuvo ocasiones ante la cerrada defensa del Sevilla
El Sevilla perdió a Vitolo por doble amarilla y a Unai Emery por protestar la expulsión de su jugador