TDAH: niños demasiado movidos… e incomprendidos
El 5% de los menores españoles tiene dificultades para retener y aplicar lo aprendido
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) está vinculado a una producción insuficiente de los neurotransmisores dopamina y noradrenalina, y provoca en los niños hiperactividad, impulsividad y déficit de atención.
Fue descrito por primera vez en 1902 y se estima que actualmente lo sufre el 5% de la población infanto-juvenil, lo que equivale a uno o dos niños por aula, según datos de la Federación de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (Feaadah). Los niños son más propensos que las niñas a sufrir TDAH en una proporción de cuatro a uno.
Factores genéticos
Se trata de un enfermedad con un componente genético importante, que determina hasta el 70% del trastorno, apuntan desde la Feaadah. No obstante, los factores biológicos no genéticos y ambientales desempeñan un papel importante en su desarrollo y, en especial, en la forma de manifestarse.
Se estima que más del 80% de los niños que presentan el trastorno continuarán padeciéndolo en la adolescencia, y entre el 30 y el 65% lo presentarán también en la edad adulta. No obstante, las manifestaciones del trastorno variarán a lo largo de los años y un buen tratamiento suele mejorar el comportamiento hiperactivo.
Según la Feaadah se ha demostrado que el castigo sistemático es absolutamente ineficaz y perjudicial en la educación de los niños con TDAH. Éstos tienen dificultades para retener y aplicar lo aprendido, y al afectado le cuesta entender lo que se puede o no se puede hacer; por ello, los castigos parecen ineficaces. En la mayoría de los casos, les supone una forma de represión injusta que les incapacita para aprender las normas de conducta establecidas en nuestra sociedad.
Además, los comportamientos positivos muchas veces pasan desapercibidos, dando al niño la sensación de que sólo se le presta atención cuando se porta mal (de ahí que su comportamiento negativo pueda percibirse a menudo como una “llamada de atención”).