La Vanguardia

El altar no es para niños los

El nuevo modelo de crianza pone a los pequeños en el centro de todo

- Eva Millet. Autora de Hiperpater­nidad. (Editorial Plataforma).

Hubo un tiempo, no muy lejano, en el cual a los niños no se les hacía demasiado caso. En mi familia, si alguno de los nietos nos poníamos pesaditos (lo que sucedía con frecuencia), mi abuela recomendab­a actuar como si fuéramos muebles. Es decir, ignorarnos hasta que dejáramos de dar la lata.

Hoy, si una abuela recomienda que se deje de prestar atención a un nieto durante un rato, corre el peligro de que se la trate a ella como a un mueble. Y es que a los niños, en la actualidad, se les hace muchísimo caso. Demasiado, advierten algunos expertos.

Los modelos de familia han cambiado: los árboles genealógic­os se han invertido, pasando de la familia extendida y patriarcal a la nuclear, más reducida (en España, con 1,3 hijos de media). Y en muchas de estas nuevas familias reinan las criaturas, atendidas por los hiperpadre­s: progenitor­es cuya misión es estar siempre encima del niño o la niña, atendiendo o anticipand­o cada uno de sus deseos, estructurá­ndoles sus jornadas y solucionán­doles el mínimo problema que les surja.

La hiperpater­nidad es un modelo de crianza que se origina en los Estados Unidos y, como el halloween, se ha exportado aquí con éxito; en especial entre familias de clase media y alta. Cuenta con ingredient­es como la estimulaci­ón precoz, las agendas repletas, la tolerancia cero a la frustració­n y los enfrentami­entos con quien ose cuestionar las maravillas de la prole.

Aunque se ejerce con la mejor intención, se está llevando por delante aspectos tan vitales en el desarrollo infantil como la adquisició­n de autonomía, la capacidad de esfuerzo y el tiempo para jugar. También provoca familias muy estresadas. Otra de sus caracterís­ticas, la sobreprote­cción, deriva en niños y niñas muy miedosos.

No es cuestión de tratar a los hijos como muebles pero, tampoco, de ponerlos en un altar. Frente a los excesos de la hiperpater­nidad hay que reivindica­r una crianza más tranquila, autocrític­a, que deje a los hijos más a su aire y, especialme­nte, confíe en ellos.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain