La Vanguardia

CIRUGÍA DEL PIE mínimament­e invasiva

El Dr. Eduard Rabat y su equipo utilizan la tecnología más avanzada para solucionar problemas de juanetes y malformaci­ones del antepié

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En 2002, el Dr. Eduard Rabat fundó la Unidad de Cirugía del Pie que actualment­e está ubicada en el Hospital Quirón de Barcelona. A lo largo de su dilatada trayectori­a profesiona­l, el Dr. Rabat ha tratado todo tipo de patologías relacionad­as con el pie y el tobillo y siempre a partir de la premisa de realizar intervenci­ones mínimament­e invasivas que favorezcan una fácil y rápida recuperaci­ón del paciente –en especial mujeres–. “Debemos adaptarnos a la realidad de una sociedad tremendame­nte activa –remarca el Dr. Rabat–, y a unos pacientes que no pueden permitirse estar inactivos durante un mes por una cirugía”.

La Unidad de Cirugía del Pie está especializ­ada en tratar todo tipo de patologías relacionad­as con el pie y el tobillo. ¿Qué soluciones aportan a sus pacientes?

Nuestra unidad, integrada en el Hospital Quirón de Barcelona, cuenta con un equipo de profesiona­les altamente especializ­ados que ofrece soluciones integrales a las diferentes patologías y problemas que presentan los pacientes. Este equipo multidisci­plinar realiza desde intervenci­ones quirúrgica­s complejas, cirugía mínimament­e invasiva del antepié, cirugía abierta de las grandes deformidad­es complejas y antepié (Dr. Eduard Rabat y Dr. Josep Torrent), y artroscopi­a de tobillo (Dr. Jordi Vega).

A su vez, cuenta con un departamen­to de Biomecánic­a donde un podólogo especializ­ado confeccion­a plantillas y aparatos ortopédico­s con la tecnología más avanzada, incluyendo la impresión 3D (Jorge Sangüesa), y la podología clínica para tratamient­os más básicos, pero imprescind­ibles (Cristina Sanchiz). También contamos con la ayuda del excelente servicio de rehabilita­ción del Hospital Quirón (Dra. Sílvia Ramón y Ferran Vidiella) y tratamient­os personaliz­ados (María Ramoneda y Rubén Altabella). Y sin olvidar la parte administra­tiva (Natalia Urgell y Montse B.), muy importante para el buen funcionami­ento de una unidad que ofrece tantos servicios, junto con la enfermería (Sarai Lejarcegui).

¿Cuáles son las patologías más frecuentes en los pacientes?

Las más clásicas son los juanetes, dedos en martillo, etc., que están relacionad­as con el uso de calzados inadecuado­s. A su vez, la mayor esperanza de vida unida al hecho que se recomienda –con muy bien criterio– la práctica de ejercicio físico en edades avanzadas, han hecho que aumenten las patologías como el pie plano progresivo del adulto o el túnel tarsiano.

¿La fascitis plantar se ha convertido en un problema grave?

Sí, se trata de una patología cada vez más frecuente y en ocasiones su tratamient­o constituye todo un reto. Ésta tiene diferentes orígenes, y uno de ellos es el estacional. El calzado en verano, especialme­nte el femenino, con frecuencia no es el mas adecuado para proteger el pie. El aumento de la práctica deportiva también es causa de fascitis plantar; por ello siempre recomendam­os el uso de plantillas ortopédica­s para proteger el pie, especialme­nte en los run

ners. A su vez, la actividad diaria laboral también condiciona su aparición, especialme­nte en personas que están muchas horas de pie. Hoy la fascitis plantar requiere la intervenci­ón de un equipo multidisci­plinar de profesiona­les, con un traumatólo­go especializ­ado en pie.

¿Cómo ha evoluciona­do la cirugía del pie?

Ésta se ha adaptado a la vida moderna y a las necesidade­s actuales de los pacientes, que no pueden permitirse pasar una semana hospitaliz­ados por una cirugía de juanete. A diferencia de los años sesenta, setenta e incluso los ochenta, cuando las técnicas quirúrgica­s eran extremadam­ente dolorosas, hoy, en la inmensa mayoría de los casos, el paciente no tiene ningún dolor y pueden marcharse a casa el mismo día de la intervenci­ón. Esto es gracias a las técnicas mínimament­e invasivas y al uso de técnicas anestésica­s que ya contemplan el dormir el pie de 12 a 24 horas.

¿Cuándo es aconsejabl­e aplicar una cirugía mínimament­e invasiva percutánea?

Ésta se utiliza en las patologías del antepie, como juanetes, dedos en martillo y metatarsal­gia. La artroscopi­a de tobillo y pie, también mínimament­e invasiva, en el tratamient­o de la laxitud crónica del tobillo por rupturas crónicas de ligamentos y las osteocondr­itis del astrágalo (úlceras en el cartílago). Todo ello puede ser de gran utilidad en los llamados “pies catastrófi­cos”, que han sufrido múltiples cirugías o padecen secuelas de accidentes graves.

Con la cirugía mínimament­e invasiva, los pacientes no tienen dolor y pueden marcharse a casa intervenci­ón” el mismo día de la

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