“Si no fuera por mi mujer estaría arruinado, no sé nada de negocios”
Ha recibido una nueva nominación al Oscar por su preciso trabajo en La gran apuesta, la tercera en estos últimos cinco años en los que el mundo por fin ha podido apreciar su amplio registro como actor. Quien fue capaz de bajar muchos kilos y mudarse a Barcelona cuando filmó El ma
quinista, hoy disfruta de un lugar de privilegio en la gran industria del cine, algo que Christian Bale prefiere aprovechar para trabajar con grandes directores y en grandes películas antes que en multiplicar su fortuna. En persona, este galés de 41 años no se toma a sí mismo muy seriamente y prefiere mantener un perfil discreto, ya que, aunque en el plató se transforma por completo, en la vida cotidiana la prioridad es su familia.
¿Había leído el libro de Michael Lewis en el que se basa La
gran apuesta antes de que le invitaran a participar en el filme? No, no lo había leído. Pero había trabajado previamente con el director, Adam McKay y, tal como se ve en la película, todas mis escenas tienen lugar en la misma oficina, lo cual fue maravilloso para mí. Hicimos muchas tomas muy rápidamente. Pero fue Adam el que me convenció. Me llamó por teléfono y me habló del proyecto. Tenía una obsesión muy positiva, a pesar de todo lo malo que cuenta el filme. Luego me puse a investigar sobre Mike Burry y me di cuenta de que era un personaje fantástico. Me cayó muy bien, aunque eso luego no influyó en la forma en que le interpreté, porque él es demasiado honesto con todo el mundo, creo que es la persona más franca que he conocido a la hora de decir la verdad sin vueltas. Siempre dice exactamente lo que piensa y nunca tiene en cuenta que sus palabras pueden tener consecuencias. Obviamente, el desafío fue tratar de ser responsable con la persona que estás representando en la pantalla, y él siempre fue muy comprensivo, porque como en toda película hay ciertas licencias artísticas que tuvimos que tomarnos, porque de otro modo nuestra película hubiese durado más de seis horas.
¿Cuál era su relación con el mercado financiero antes de sumarse al elenco? Invesigué el tema muchos años atrás para American psycho. En aquella ocasión fui a Wall Street y hablé con todo el mundo, con muchos de estos muchachitos que son la antítesis de quien es Mike, porque no tienen ningún altruismo, era gente que reverenciaba a mi personaje en aquella película, Patrick Bateman. Pero en eso empezaba y terminaba mi relación con ese mundo. O sea, que si me pide que le asesore sobre buenas inversiones, está totalmente perdido.
¿Pero se ocupas de sus propias finanzas o cuenta con gente que le asesora? A mí me gusta poder entender cómo funciona todo, pero soy muy lento y sé que puedo desesperar a alguna gente. Cada vez que invierto me gusta comprender qué es lo que se hace con mi dinero y me gusta asegurarme de que esa inversión tenga un claro respaldo ético. He hablado con Mike Burry sobre esto, pero no estoy al nivel de la gente que confía su dinero en él. De todos modos, él tiene una declaración de principios que me encanta, en ella dice, de una manera muy bo- nita, que si quieres que se ocupe de tus inversiones, lo que tienes que hacer es darle tu dinero y callarte la boca.
¿Cuál diría que fue la mejor inversión de su vida?
Casarme con mi esposa, porque estaría en la miseria si no fuese por ella. Estaría arruinado porque no sé nada de negocios, pero ella sí. Además, estoy disfrutando
mucho de nuestro matrimonio.
¿Es de ver la mitad del vaso lleno o la mitad del vaso vacío?
Esa es la batalla constante. Creo que el ver la mitad del vaso vacío está en nuestra naturaleza, y eso es algo contra lo que tenemos que luchar porque todos tenemos esa tendencia, y yo me incluyo. Pero también todos queremos ver la mitad del vaso lleno, y eso es algo por lo que batallo todos los días...
Tiene una hija de 11 años. ¿Qué dice Emmaline sobre el trabajo de su padre? No mucho. Mi mujer suele quejarse de que yo nunca hago películas que mis hijos puedan ver. Sé que cuando sean grandes podrán verlas todas y seguramente me dirán de varias que es lo más vergonzoso que han visto en sus vidas, o que soy el peor actor que han conocido. En cualquier caso, creo que debería hacer películas para niños. En realidad mi hija podría ver ya las de Batman, pero no le interesan demasiado. Le pregunté si las querías ver y me dijo que no, que no necesitaba verlas. Me encanta que no le interesen en lo más mínimo. Ella conoce mis filmes por el lugar donde los rodé. Si le hablo de Nueva Orleans, donde rodamos La gran
apuesta, se acuerda de la batería, porque yo estaba aprendiendo a tocar una canción del grupo Pantera. Recuerda The Fighter porque ella estaba todo el tiempo en el plató, pero nunca ha pedido ver mis películas, y me alegro de que sea así.
CONTRA EL PESIMISMO “Ver la mitad del vaso vacía está en nuestra naturaleza, y debemos luchar contra eso”
SU HIJA Y SUS FILMES
“Mi hija de 11 años nunca ha pedido ver mis películas, y me alegro de ello”