Bronca por el envío de Podemos a la parte trasera del hemiciclo
El partido de Iglesias califica de “cacicada” su arrinconamiento en el gallinero del Congreso
El reparto físico de los escaños a cada formación política en el hemiciclo del Congreso provocó ayer una bronca política notable. Los dirigentes de Podemos pusieron el grito en el cielo cuando comprobaron que se les había arrinconado en la parte trasera, junto a ERC y Democràcia i Llibertat (la marca electoral de Convergència).
La distribución de espacios y recursos entre los grupos del Congreso, y en especial la ubicación de Podemos en la parte trasera del hemiciclo, causaron ayer una enorme bronca que trasciende lo formal y alcanza dimensiones de –nuevo– conflicto político. En Podemos vinculaban el desfavorable trato recibido a la ofensiva que Pablo Iglesias lanzó el viernes con su propuesta de Gobierno de coalición con el PSOE.
Con los votos del PP, Ciudadanos y la socialista Micaela Navarro, así como con la abstención del presidente y también diputado del PSOE Patxi López, la Mesa de la Cámara Baja aprobó una colocación de sus señorías en el anfiteatro del Congreso que satisface a esos tres grupos y al PNV pero deja literalmente en mal lugar a los 69 electos de Podemos y sus socios; a los nueve de Esquerra Republicana de Catalunya y a los ocho de Democràcia i Llibertat.
El portavoz del partido morado, Íñigo Errejón, denunció lo que consideró una “cacicada”, un “fraude” y una decisión “partidista, vergonzante y pueril” que a buscaría dividir y borrar la “imagen de cambio” de su formación al envíar al “gallinero” la voluntad de cinco millones de votantes. El también número dos de Podemos avanzó a La Vanguardia que en las próximas horas presentará una solicitud de reconsideración de lo decidido con una propuesta alternativa de ubicación para todas las formaciones.
El presidente de la Cámara optó por no votar la distribución de escaños tras haber apoyado a Podemos, sin éxito, en su petición de que el asunto continuara discutiéndose en una próxima reunión. Ante los medios, Patxi López atribuyó el diseño del nuevo hemiciclo a la vicepresidenta primera de la Mesa, la popular Celia Villalobos. Errejón agradeció a López su negativa a participar en la decisión al tiempo que criticó el sí de su compañera Navarro.
El portavoz del grupo popular, Rafael Hernando, acusó al presidente de mentir por haber atribuido la propuesta de distribución a Villalobos, cuando según él y la propia vicepresidenta la idea se basó en un acuerdo con participación del PSOE y Ciudadanos.
La discusión dentro de la reunión de la Mesa fue tormentosa y se prolongó unos cuarenta minutos, según fuentes parlamentarias. El secretario cuarto y diputado de Podemos, Marcelo Expósito, acusó a Villalobos de “falta de respeto” mientras ella, según estas fuentes, se amparaba en los usos y hábitos del Congreso.
Pero el enfado de Podemos iba más allá y venía de atrás. Porque la tarde anterior, en la reunión de la comisión que debía preparar las decisiones sobre atribución de infraestructuras y recursos, Villalobos ya había indignado a los de Pablo Iglesias al presentar distintas soluciones desfavorables para el grupo de Podemos; entre ellas, una asignación de asistentes y asesores que anula el anterior sistema de coeficientes, el cual corregía el cálculo proporcional a favor de los grupos más pequeños para no dejarles casi sin ayudantes. El resultado es, según denuncian en el partido de los círculos, que las diferencias en las dotaciones de personal aumentan de manera considerable.
A los responsables de Podemos consultados por este diario no les cabía “ninguna duda” de que los supuestos agravios a su grupo eran una suerte de venganza política por la explosiva rueda de prensa en la que Iglesias lanzó su órdago al PSOE: un movimiento que no sólo descolocó a los socialistas sino que pudo precipitar el repliegue de Rajoy como candidato a la investidura.
Para el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, la resolución sobre el reparto de espacios en el hemiciclo “sorprende y casi parece una actitud infantil de esconder lo que no gusta como si así dejara de existir”.
El portavoz de DiL, Francesc Homs, dijo que ellos y sobre todo el propio Podemos están pagando lo que fueron unas desafortunadas “maniobras” de la formación de Iglesias para hacerse con la presidencia del Congreso.
En el partido morado atribuyen el arrinconamiento a una supuesta venganza por la ofensiva de Iglesias