El viaje estelar y otros itinerarios
GABRIEL Magalhães resulta un personaje curioso, pues es portugués de nacionalidad aunque su vida ha transcurrido a caballo entre España y Portugal. Vivió su infancia en el País Vasco, estudió en la Universidad de Lisboa, se doctoró en Salamanca y es profesor en Covilha. Se le puede leer en las páginas de Opinión de este diario, porque su mirada desde fuera de lo que pasa en España está legitimada por su conocimiento directo de los problemas que ocurren dentro. Ayer presentó en Barcelona el libro Los españoles, que es una lúcida reflexión sobre lo que está sucediendo. Escribe en su páginas: “Las regiones con un grado de individualidad –porque poseen, entre otras cosas, una lengua propia– se han disparado hacia la vía láctea de sí mismas, iniciando un viaje estelar que las aleja del sistema español. No obstante, este rumbo es, en principio, ilegal porque lo que la ley les permite no es el derecho a la diferencia, sino la aplastante obligación de la igualdad”.
Magalhães advierte sobre la idea de igualdad (“siempre se usa para aniquilar a alguien”), pero también resalta que algunos territorios se han inventado relatos que no concuerdan con la realidad. Magalhães defiende un sistema asimétrico de autonomías que no pretenda crear injusticias, sino permitir que cada una sea feliz a su manera y que todas lo sean en el conjunto de España. Y sugiere que la misma tolerancia que uno gasta en la vida la use en el terreno de la política.
Reflexiones interesantes horas después de que el PSOE aceptara que Euskadi es una nación (cultural), algo que niega en Catalunya. Igual que el PP y el PSOE están a favor del pacto fiscal para el País Vasco, pero combatieron que lo tuvieran los catalanes. El colmo del despropósito es, sin embargo, la cláusula Camps, aquella según la cual cualquier mejora del autogobierno de los catalanes se debe aplicar a los valencianos. Como escribe Magalhães, la igualdad es un concepto peligroso. Y en él hemos encallado.