Pekín expulsa al activista sueco detenido a principios de enero
Las autoridades chinas anunciaron ayer que habían puesto en libertad y habíam deportado al activista sueco pro derechos humanos Peter Dahlin, detenido a primeros de mes. La policía lo había acusado de poner en peligro la seguridad del Estado a través de su oenegé China Action, dedicada a promover el Estado de de- recho en el gigante asiático.
“Lo hemos expulsado, después de que confesara su actividad criminal sospechosa cuando fue interrogado”, explicó la portavoz de Exteriores, Hua Chunying, en la cotidiana rueda de prensa que se celebra en Pekín.
Según las autoridades suecas, la puesta en libertad de Dahlin “es el resultado de los estrechos contactos mantenidos entre el Ministerio de Exteriores sueco y los representantes chinos”, señaló la ministra sueca de Exteriores, Margot Wallström, en una nota, en la que añadió que Dahlin ya se había reunido con su familia.
Peter Dahlin puso fin así ayer a una detención que se inició el 4 de enero cuando iba a emprender un vuelo con destino a Tailandia con su novia. La policía lo arrestó y le acusó de poner en peligro la seguridad del Estado, de recibir dinero de organizaciones extranjeras y de realizar actividades irregulares con un bufete chino pro derechos humanos.
El cofundador de China Action permaneció en paradero desconocido hasta que la policía confirmó su detención diez días más tarde. Y la semana pasada reapa- reció en una grabación emitida por la televisión estatal CCTV, donde confesó “haber violado la ley china” y “haber causado daño al Gobierno chino”.
Una autoconfesión que, en la medida en que en el sistema judicial chino suele considerarse un atenuante, le habrá facilitado su puesta en libertad, con la presunta retirada de cargos y sin juicio.
Se trata de una fórmula bastante habitual en China. Las autoridades dejan en libertad a la gente sin ningún proceso con la condición de que no hablen en público de su caso. Para ello recurren a menudo a amenazas explícitas o implícitas de que pueden volver a ser detenidos ellos, familiares o conocidos.
La ministra sueca de Exteriores, Margot Wallström, expresó también ayer su preocupación por el otro ciudadano sueco, de origen hongkonés, que sigue detenido, Gui Minhai, que confesó asimismo sus crímenes en la televisión china. Wallströn subrayó que continuarán “los esfuerzos incesantes para arrojar claridad a su situación y garantizar que sea visitado con continuidad”.
China dice que liberó a Dahlin tras confesar sus crímenes y Suecia, que la excarcelación es fruto de los contactos