El ‘premier’ malasio es exculpado de recibir 636 millones de Arabia Saudí
El fiscal general de Malasia no ha encontrado ningún indicio de delito en una transferencia de 681 millones de dólares (636 millones de euros) que el primer ministro, Nayib Razak, recibió en su cuenta bancaria personal como regalo de la familia real de Arabia Saudí. El líder del principal partido de la oposición habló de conflicto de intereses y cuestionó las conclusiones de la investigación dado que el fiscal general había sido nombrado por el propio primer ministro al que tenía que juzgar.
La implicación de la familia real saudí supone un vuelco inesperado en el escándalo sobre la controvertida transferencia y los problemas financieros que atraviesa el fondo de inversión estatal 1Malaysia Development Berhad (1MDB). El primer ministro es quien dirige el consejo de administración del fondo.
“Estoy satisfecho con los resultados de la investigación; los fon- dos no constituían ninguna forma de injerencia o soborno,” dijo el fiscal general, Mohamed Apandi Ali, ante la prensa.
En un comunicado, Apandi explicó que 620 millones habían sido devueltos a la familia real saudí en agosto del 2013, cinco meses después de la transferencia. “No se explicó el porqué de la donación al primer ministro Nayib; es un asunto entre él y la familia saudí”, dijo el fiscal general. Apandi aseguró que Nayib no cometió ninguna infrac- ción en relación con tres investigaciones abiertas por la agencia anticorrupción de Malasia y agregó que no se tomaría ninguna acción adicional contra él.
La Comisión Anticorrupción de Malasia (MACC) había dicho anteriormente que los fondos eran una donación política de un benefactor no identificado de Oriente Medio. El fiscal general se ofreció a devolver los documentos que le había hecho llegar la MACC con las instrucciones correspondientes para cerrar los tres casos.
En el apogeo del escándalo, a mediados del 2015, el fiscal general, Abdul Gani Patail –que había investigado el fondo estatal 1MDB–, fue reemplazado por Apandi, un exjuez del tribunal fe- deral, con relaciones estrechas con la UNMO, el partido de Nayib. El partido no ha dejado el poder desde la independencia del Reino Unido, en 1957.
“El fiscal general no debería haber estado involucrado en una decisión que afectaba al primer ministro porque fue nombrado por él mismo”, dijo Lim Kit Siang, líder parlamentario del partido opositor Acción Democrática. “Se daban circunstancias muy controvertidas cuando Gani Patail fue despedido. Se trata de un conflicto de intereses”, dijo. Nayib, que ha resistido reiterados llamamientos de los líderes de la oposición para dejar su cargo, ha negado las acusaciones y dice que no se quedó con ningún dinero para su uso personal.