El caso Rus desbarata los planes del PP para cortejar a Ciudadanos
Girauta dice que la corrupción lo condiciona todo, porque ve negligencia de Rajoy
“A perro flaco todo son pulgas”. Fue el ánimo con el que acogieron en Moncloa la noticia de una nueva redada contra el Partido Popular un nuevo caso de corrupción en Valencia. Una actuación que llega en el peor momento, en pleno proceso de investidura y cuando el PP debe buscar aliados que, con acontecimientos como el de ayer, dificilmente va a conseguir.
A apenas doce horas después de que una conversación entre el presidente del Gobierno en funciones y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, parecía desbloquear las conversaciones que hasta ese momento parecían imposibles para intentar llegar a un acuerdo para la investidura el despliegue de la Guardia Civil en Valencia se llevó por delante el buen clima que se desprendía de aquella conversación.
Los temores del PP sobre los efectos que la redada de Valencia podía tener en ese acercamiento se hicieron realidad pasado el mediodía. El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, fue contundente, Juan Carlos Girauta: “La corrupción lo condiciona todo, sobre todo cuando es institucionalizada, generalizada, mantenida en el tiempo y con conocimiento popular de que se está produciendo”.
No obstante, Girauta no quiso romper con el PP, y eso es algo que los populares apreciaron, porque no quiso presuponer la “responsabilidad de Rajoy” en los casos de corrupción que afectan a su partido, aunque sí “una negligencia extrema”.
Para Girauta, Mariano Rajoy “no es la persona más indicada para abanderar la lucha contra la corrupción” , un asunto que para el partido naranja es “nuclear” en los contactos para formar Gobierno.
Y si esa fue la reacción de Ciudadanos, la del PSOE, en el que el PP también tiene puestas sus esperanzas, fue peor. El portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, que achacó precisamente a la corrupción, que cubre al PP “hasta las orejas”, la soledad de Rajoy a la hora de intentar ser investido. “El partido de Rajoy está hasta el cuello de corrupción en algunas comunidades, pero en la valenciana está hasta las orejas”, y esa es una de las razones, dijo, por las que ni el PP ni su presidente “encontrarán el apoyo del PSOE para su investidura, por la corrupción que gangrena al PP de este a oeste y de norte a sur”.
No es que el PP se esperara una reacción diferente, pero es cons- ciente de que le será más difícil presionar sobre los sectores del PSOE que se oponen a un pacto con Podemos, para que tengan un gesto con el PP.
Y para abundar en este temor salió Podemos. Tanto su portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, como su secretario general, Pablo Iglesias, dejaron claro que ya nadie puede apoyar al PP. “Esta trama delictiva afecta de pleno a la decisión de los grupos sobre quien será el próximo Gobierno”, dijo Errejón, mientras Pablo Iglesias afirmaba en Twitter que el PP “parece una asociación para delinquir”.
Con este panorama, la dirección nacional del Partido Popular, con Rajoy a la cabeza, dio órdenes inmediatas de apartar del PP a los 24 detenidos, sin esperar en otras ocasiones ni siquiera a ser imputados –ahora investigados–, para dar una imagen de firmeza que Rajoy pueda utilizar en las conversaciones con los demás grupos, para tratar de llegar a acuerdos.
De ahí que el PP sacara pecho con la contundencia utilizada, suspensión de militancia y apartados de los cargos orgánicos del PP los afectados. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría también quiso poner paños calientes a la situación, porque a su juicio la redada si algo significa es que “no hay impunidad contra la corrupción con independencia de la formación política a la que afecte”.
IMAGEN DE FIRMEZA Rajoy ordena actuar contra los investigados en Valencia
OBSTÁCULO AL ACUERDO
C’s recuerda que la corrupción es “nuclear” en las conversaciones
LOS SOCIA LISTAS
El PSOE subraya que casos como el de Valencia son la causa de la soledad de Rajoy