Algo más que un título
Cuando a finales del 2008 los representantes de las cuatro entidades promotoras de la Fundación Príncipe de Girona (FPdGi) expusieron la idea a don Felipe, este sólo les dio una indicación: que la fundación fuera útil. La Casa Real aprobó esa iniciativa con el propósito fundamental de convertir a Girona en un referente en el apoyo, promoción y reconocimiento de proyectos sociales enfocados en la educación y formación de los jóvenes. Esos grandes enunciados finalmente se concretaron, como pidió don Felipe, en algo práctico, un espacio de discusión –el Foro Impulsa–, en el que los participantes, sobre todo jóvenes, se sintieran protagonistas.
Desde la celebración del primer Foro Impulsa en el 2010 en el escenario del Auditori de Girona, junto al parque de la Devesa, el entonces príncipe, y también la princesa Letizia, se impuso participar directamente en los diferentes talleres y conferencias. Don Felipe se quitó la corbata para mezclarse con los jóvenes participantes y romper barreras: lo importante no era que él se distinguiera en un mar de camisetas y tejanos, sino que aprovechara la ocasión para conocer de primera mano las inquietudes de una generación llamada a protagonizar el futuro.
La Fundación Príncipe de Girona fue constituida también, no nos olvidemos, como herramienta para ligar al heredero de la Corona con un título, el de príncipe de Girona, que además de reconocer, en si mismo, la historia y la identidad catalana, vinculaba a don Felipe con los valores de la sociedad civil catalana que, desde Girona, abría un camino de doble dirección al resto de Catalunya y España. Mientras la ahora llamada Fundación Princesa de Asturias se creó en 1980 para dar a conocer la figura del heredero en unos años en los que era necesario consolidar la monarquía, la Fundación Príncipe de Girona nació para demostrar que ser heredero de la Corona es algo más que llevar un título.