Muere la niña arrojada al vacío por un hombre que abusó de ella
La niña de 17 meses a la que un hombre lanzó el lunes desde la ventana de un primer piso en Vitoria falleció ayer por la tarde en el hospital de Cruces (Bizkaia).
La niña presentaba un traumatismo craneoencefálico, hipertensión intracraneal refractaria y politraumatismos, por lo que estaba ingresada en la UCI pediátrica.
La madre, de 18 años, que fue agredida por el mismo hombre que lanzó a la niña, permanece estable en el mismo hospital.
Por su parte, el presunto agresor, un hombre de 30 años, permanece en observación en la unidad de psiquiatría del hospital Santiago. Al parecer, el hombre lanzó al bebé cuando fue descubierto por la madre abusando sexualmente de ella.
Fuentes policiales confirmaron que esta es la principal hipótesis que considera la Ertzaintza sobre este dramático caso que conmocionó el lunes a Vitoria, cuando sólo se sabía que el hombre había arrojado por la ventana a un bebé durante una pelea con la madre de la niña y que los tres habían resultado heridos.
El hombre, de 30 años y profesor de música, conoció a la madre del bebé ese mismo día y los dos subieron a una habitación de un piso compartido para pasar la noche juntos. La mujer se durmió y cuando se despertó comprobó que ni el hombre ni la niña estaban en la habitación. Fue a mirar en otra de las habitaciones del piso y vio al hombre haciendo tocamientos a la pequeña. Fue entonces cuando el hombre arrojó supuestamente a la niña por la ventana y clavó a la madre un cristal en el cuello.
Los desgarradores gritos de la madre despertaron a muchos vecinos, que vieron como caía algo a la calle desde el primer piso del número 14 de la calle Libertad, en el centro de Vitoria, pero pensaron que era un muñeco.
El hombre se enfrentará a diferentes condenas por el asesinato de la niña, por el intento de asesinato de la madre y también por los abusos sexuales a la pequeña que se le imputan. En la mañana de ayer, antes del fallecimiento de la niña por la tarde, el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, recordó que, si llegaba a morir, como finalmente sucedió, “habrá que ver si en este caso sería de aplicación o no la nueva pena de prisión permanente, que se ha introducido recientemente”.
Según explicaron a la agencia Efe fuentes de la investigación, el detenido no quiso responder ayer a las preguntas de los agentes en espera de su comparecencia ante el juez.