España alcanza el 3,9% de déficit y mantiene las dudas de incumplimiento
Las autonomías casi duplican en noviembre el objetivo para todo el año
La diferencia entre los ingresos y los gastos de las administraciones públicas va estrechándose, pero el ritmo de corrección mantiene intactas las dudas de la Comisión Europea y la mayoría de analistas sobre el cumplimiento del objetivo de déficit público para el 2015, establecido en el 4,2% del PIB. De momento, los datos hasta el mes de noviembre, publicados ayer por el Ministerio de Hacienda y que no tienen en cuenta los ayuntamientos, elevan el déficit hasta el 3,9% (41.806 millones de euros). La parte del león del desfase tiene que ver con las cuentas de las comunidades autónomas, que a falta del último mes del año acumulan un déficit del 1,3% del PIB, es decir, casi el doble de lo fijado por el Gobierno central para cumplir con Bruselas (un 0,7%).
El déficit de la administración central se situó en el 2,3%, a seis décimas del objetivo para el 2015 y un 25,5% menos que un año atrás. Al tiempo que los denominados fondos de la Seguridad Social registraron en noviembre un saldo negativo del 0,3% –la meta es del -0,6%–. Buena parte del desajuste de estos fondos tiene que ver con un incremento del 50% del saldo negativo del sistema de la Seguridad Social (8.831 millones, equivalente a un 0,8% del PIB), debido a una subida mucho más importante del gasto en pensiones que de las cotizaciones.
Catalunya con un -2,2% en términos de producto interior bruto (más de 4.500 millones de euros) encabeza el grupo de comunidades con mayor desajuste en las cuentas públicas, del que también forman parte, Murcia (-2,2%), la Comunitat Valenciana (-1,9%) y Extremadura (-1,9%). El déficit de la Generalitat de Catalunya creció en los once primeros meses del 2015, si se compara con el año anterior. No fue la única: también aumentaron en el último año el desajuste entre los gastos y los ingresos Aragón, Castilla y León, Navarra, La Rioja y Euskadi.
Mientras, sólo cinco de las 17 comunidades –Baleares, Canarias, Galicia y País Vasco– se mantuvieron por debajo del límite marcado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro para todo el 2015. Las cuentas autonómicas se han visto lastradas por un incremento del 11,6% en gasto de sanidad, por el pago de los tratamientos de la hepatitis C y la subida del IVA en productos sanitarios. Los cálculos facilitados por Hacienda incluyen la polémica imputación a las cuentas de la Ge- neralitat de Catalunya de más de 1.300 millones en inversiones derivadas de colaboraciones público-privadas correspondientes a ejercicios anteriores al 2011.
En términos globales, la devolución de parte de la paga del 2012 a los empleados públicos supuso un ligero incremento en el gasto. Gracias a una subida en los ingresos tributarios por encima del 6%, las cuentas de la administración central, autonómica y la Seguridad Social se saldaron con una reducción del déficit del 11% con respecto al mismo periodo del 2014. En todo caso, tal y como señalan desde BBVA Research, “el dato de noviembre viene a confirmar que el ritmo de ajuste observado no será suficiente, por lo que se espera que el 2015 haya cerrado con un nuevo incumplimiento en el objetivo de estabilidad para el conjunto de las administraciones públicas”.
Los datos publicados ayer mantienen el pulso entre el Gobierno español (ahora en funciones) y la Comisión Europea. Con el horizonte del 20-D, el Gobierno de Mariano Rajoy quiso dejar los presupuestos aprobados y que Bruselas avalara sus previsiones. La respuesta de la comisaría de Asuntos Económicos, que dirige el francés Pierre Moscovici, fue drástica: ni el crecimiento ni el objetivo de déficit con el que trabajaba el Gobierno español eran rea-
CATAL UN YA El desajuste de la Generalitat llega al 2,2%, una décima más que en el 2014
COMUNIDAD ESAU TONÓ NO MAS Las cuentas se resienten por la devolución de la extra y el pago de nuevos medicamentos
listas. Bruselas estimaba que el déficit público español cerrará en el 4,7% (cinco puntos por encima del objetivo comprometido). Hubo cruce de acusaciones y Rajoy llegó incluso a llamar por teléfono a Bruselas para zanjar la polémica. Pero el Ejecutivo comunitario sigue pensando que la cifra final de déficit no será la que el Gobierno prevé, por demasiado optimista. El resultado, en cualquier caso, es que el nuevo Gobierno que surja de las negociaciones actuales deberá estrenarse con unos recortes de entre 6.000 y 10.000 millones de euros.