Quería retirarse en un año
David Bernat era un orgullo para l’Albi, el pequeño municipio –800 habitantes– de las Garrigues (Lleida) donde creció y todavía viven sus padres. La madre regenta el estanco del pueblo –ayer cerrado– y el padre, ya jubilado, trabajaba en la autopista. “Lucharon para que sus hijos tuvieran una buena educación. Y lo consiguieron. Los dos se ganan muy bien la vida, David en Asia y su hermana pequeña, Laura, en Londres. Era un triunfador”, contaba ayer una amiga. David, que iba a cumplir los 40 años a finales de mes, se fue hace años, llamado por una brillante carrera como consultor. Estudió Ingeniería en la Universidad La Salle y luego un máster en la escuela de negocios Iese. Se especiali- zó en el sector de las telecomunicaciones y pasó por grandes consultorías como Boston Consulting Group, Booz & Co. u Oliver Wyman. Después de vivir en Singapur, hace cinco años se afincó en Bangkok y le encantaba, aunque regresaba a l’Albi siempre que podía. La última vez, esta Navidad. Se había establecido como consultor independiente y contó a los viejos amigos que tenía un proyecto en Irán, que duraría sólo un año y que después de eso se retiraría y viviría de las inversiones, medio año en Bangkok y medio año en l’Albi. Allí se estaba reconstruyendo una casa que heredó de sus abuelos, e iba a regresar en marzo para supervisar las obras. “Cuando nos dijo que se iba a Irán, le dijimos que tuviera cuidado, porque tiene fama de país peligroso. Al final ha resultado que Tailandia lo era mucho más”, dice su amigo Ferran Casas.