Rajoy agita el miedo económico a un gobierno de Sánchez con los radicales
El PP advierte que la abstención de los independentistas “no será gratis”
Generar alerta, incertidumbre y hasta miedo a la posibilidad de que llegue a formarse en España un gobierno del PSOE de Pedro Sánchez con los “radicales, extremistas e independentistas” de Podemos y los partidos soberanistas catalanes. Esta parece ser la estrategia del presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, que ayer reunió al Grupo Popular en el Congreso, en lo que fue su primer discurso público desde que el Rey encargara a Pedro Sánchez la formación de Gobierno, y éste iniciara las conversaciones con los demás partidos.
“Ese gobierno va a necesitar a Podemos, IU y el apoyo de independentistas, ya sea con su voto, con la abstención o incluso con su ausencia. Un apoyo –subrayó–, que no será gratis”. Mariano Rajoy agitó el temor a una marcha atrás en el terreno económico, el fin de la recuperación y también de que no se cree nuevo empleo.
“Sería un gobierno hipotecado y radical –afirmó ante los diputados del PP–, que podría formarse, pero no podría gobernar, y sería un lastre y una amenaza cierta a la economía y a la recuperación”.
Un Gobierno que pasaría con Podemos, porque la otra fórmula que estaría barajando Ciudadanos, la de un Gobierno del PSOE con apoyo de Ciudadanos y la abstención del PP, es imposible. Mariano Rajoy quiso dejarlo claro: “Votaremos no a un Gobierno de Pedro Sánchez, porque sólo votaremos un gobierno presidido por el PP y por mí mismo, que mantengo mi candidatura. Somos un partido de gobierno, no tenemos voluntad de ser bisagra”.
Un discurso, el de Mariano Rajoy, que pretende no sólo provocar miedo en la opinión pública, sino llevar al ánimo de su partido. Es consciente de que vive horas bajas tras su renuncia a intentar formar gobierno. El mensaje fue que su propuesta políti- ca sigue en pie aunque el Gobierno al que aspira, que incluye a PSOE y Ciudadanos “no ha podido convertirse, de momento, en realidad”.
De momento. Mariano Rajoy quiere que sus militantes entien- dan que el PSOE se ha convertido en el protagonista de la escena política, pero que eso es transitorio.
Es decir, que aún es posible, que no está todo perdido, que como ha hecho él en otras mu- chas ocasiones, hay que esperar, porque hasta el final todo es posible. Y por si acaso, por si al final todo acaba en elecciones el presidente en funciones sacó a relucir los buenos resultados PP en el barómetro del CIS publicado ayer que dicen que los populares mantienen su apoyo electoral e incluso mejoran ligeramente. Rajoy cree que el PP puede recuperar votos de los abstencionistas en el caso de que tengan que ir a las elecciones porque, aseguró “hay muchas cosas en juego”.
“Los pronósticos de futuro son buenos, pero nos hemos convertido ya en un interrogante”, dijo al referirse a las preocu-
CARMEN DEL RIEGO
Madrid El presidente en funciones alerta sobre el cambio de la visión internacional de España si hay otro ejecutivo
paciones de la Unión Europea respecto de la situación española y “las inversiones son cautelosas, en espera de lo que pasa”. Y es que, a juicio de Rajoy, los buenos pronósticos y mantenerse en la senda de la recuperación y de la creación de empleo que es lo que consiguió su gobierno, “son incompatibles con cualquier aventura política”.
Como ejemplo Rajoy citó la Grecia de Alexis Tsypras, con la tercera huelga general celebrándose en estos días, la eliminación de las tres pagas extras y la bajada de las pensiones. Para Rajoy, ese sería el panorama que espera a España en el caso de que llegue a materializarse el acuerdo entre el PSOE y Podemos, el único acuerdo que él cree posible y que cree que buena parte de la opinión pública teme.
Es este panorama, frente al de un gobierno como el que él pide, de una gran coalición entre PSOE, PP y Ciudadanos. “Sería un gobierno fuerte que podría hacer reformas pactadas y con ello lanzar un mensaje nítido y contundente que favorecería la recuperación económica y la creación de empleo. Un gobierno -subrayó-, que daría seguridad y certidumbre.