Sumas difíciles
Han pasado más de 40 días desde que los españoles votamos. Durante este tiempo, hemos asistido a toda clase de descalificaciones, comparecencias y toda suerte de posicionamientos que han puesto de manifiesto lo difícil que es cuadrar unas sumas, cuando los sumandos son guarismos de origen tan dispar. El señor Rajoy, empeñado en su mayor número de escaños, pero sin dar su brazo a torcer; el señor Sánchez, sentado en la puerta de su casa esperando ver pasar el cadáver político de su oponente; el señor Iglesias, coronándose vicepresidente de un gobierno a la espera de saltar a la palestra, siendo portador de la medalla de bronce; y el señor Rivera, nadando entre dos aguas.
Y ahora empieza la fiesta que los españoles estamos esperando, la de salir de la interinidad con un gobierno cohesionado y dispuesto a llevar adelante un país que lo necesita con urgencia. Los plazos que ha fijado el señor Sánchez para presentarse a la investidura me parecen muy largos, pero tengo la impresión que si nadie se salta las líneas rojas que todos ellos se han impuesto vamos de cara a unas nuevas elecciones, con el gran suspense de lo que puede salir. Y, entre tanto, el país paralizado y las inversiones en el mayor de los limbos. JOSÉ LUIS MORILLO Suscriptor Barcelona