La calle Blai reabre la guerra de las terrazas
El Gremi de Restauració interpondrá un recurso administrativo contra la ordenación singular de este vial
Unos cuantos restauradores de la calle Blai, en Poble Sec, lamentan estos días no haber traspasado sus negocios unos pocos meses atrás. Ahora, dicen, debido a la nueva ordenación de sus terrazas, valen mucho menos. Porque esta norma les obliga a cerrar cada día una hora antes, de domingo a jueves a las once de la noche y los viernes y sábados a las doce. Y encima, agregan, todas las mesas y todas las sillas han de retirarse inmediatamente de la calle. “Muchos tenemos locales tan pequeños que no tendremos más remedio que cerrar más pronto, que trabajar menos, que echar a algún camarero. Aquí la mayoría somos pequeños empresarios”. “No formamos parte de grandes cadenas. Y durante la elaboración de esta ordenación singular de terrazas el Ayuntamiento no nos hizo ningún caso. Sólo atendió las demandas de quienes hicieron más ruido”.
La tregua entre el gobierno que dirige Ada Colau y los hosteleros de la ciudad a santo de los veladores llegó a su fin. De todas formas la alegría siempre va por barrios. Muchos vecinos del Poble Sec celebran la medida. En todo caso, Colau no volverá a colgar fotos con los representantes de este gremio en su cuenta de Twitter durante mucho tiempo. Ahora la guerra se recrudece. El Gremi de Restauració de Barcelona anunció ayer que interpondrá un recurso contencioso administrativo contra esta ordenación singular en cuanto se publique formalmente en el Diari Oficial de la Província. El gre- mio entiende que el Ayuntamiento falseó el proceso participativo que dio pie a esta ordenación, que los bares y restaurantes de la calle Blai sufren ahora un agravio comparativo con el resto de la ciudad, que esta rebaja de una hora diaria contraviene el espíritu de la nueva ordenanza de terrazas , que se supone debía homogeneizar los horarios de las terrazas de Barcelona.
“No existe ningún consenso con los restauradores de la zona, sobre todo en lo que se refiere a la restricción horaria, tal y como
Los hosteleros dicen que no pudieron intervenir en el proceso participativo municipal
dijo el concejal del distrito de Sants–Montjuïc Jaume Asens –explicó ayer el director del gremio Roger Pallarols–. Si es que el propio gremio presentó una alegación a este respecto. Y no existe ningún consenso porque en verdad los restauradores no tuvimos la oportunidad de intervenir en el proceso supuestamente participativo que dio pie a esta ordenación singular. El distrito basa sus decisiones en una reunión celebrada en octubre. Entonces ni el gremio ni los operadores de la zona pudieron participar de un modo adecuado”.