Poner en marcha cinco estaciones de la L10 costaría 180 millones
Poner en funcionamiento la L10 con cinco estaciones tendría un coste de 180 millones de euros que corresponderían únicamente a la obra civil. Sólo cada una de las paradas tendría un coste aproximado de 25 millones de euros. A esta inversión se le debería sumar la inversión en los servicios y las instalaciones necesarias para su explotación. Estas son las cifras que Generalitat y Ayuntamiento estarían barajando para dar cobertura de metro a los barrios de la Marina y la Zona Fran- ca. El conseller Josep Rull aseguró que se intentaría poner en funcionamiento el máximo número de estaciones.
El anuncio de la reanudación de las obras del metro ha causado satisfacción entre los grupos municipales. Todos coinciden en señalar que es una infraestructura imprescindible, aunque existe disparidad de opiniones sobre quién debería asumir su coste. Para los republicanos la cuestión de la inversión está clara y Barcelona debe avanzar el dinero. Alfred Bosch (ERC), quien hace unos meses cifró la inversión en 70 millones, condicionó ayer su apoyo a las cuentas municipales a incluir una partida económica para la L10. Bosch señaló que “sin presupuestos no habrá metro y sin metro no habrá presupuestos”. Por eso, se comprometió a mediar de intermediario entre las administraciones.
El convergente Joaquim Forn se felicitó por la noticia y dijo confiar en que “el gobierno de Colau ponga todo de su parte” para lograr este objetivo. La edil de Ciutadans Carina Mejías reclamó un calendario y los plazos en los que el Govern devolvería el dinero en caso de que Barcelona los avance. De la misma opinión es la socialista Montserrat Ballarín, quien exigió que se fijen unos plazos de devolución de los préstamos y señaló que no consentirían ninguna tomadura de pelo a los vecinos. El PSC presentó ayer una propuesta en el Parlament para ejecutar todas las obras en el 2017. Para el edil del PP Alberto Fernández, la Generalitat debe asumir en solitario el coste.
La entrada en servicio de cada una de las paradas supone una inversión de unos 25 millones de euros