La Vanguardia

“Para evitar la violencia permitimos la violencia”

Andreu Martín, autor de‘ La violencia justa ’, que presenta en BC Negra

- NÚRIA ESCUR

Torturas policiales, violencia de género, redes mafiosas de prostituci­ón infantil, fronteras del sexo, todo cabe en la última novela de Andreu Martín, La violencia justa (RBA/La Magrana). Martín (Barcelona, 1949), que fue recienteme­nte galardonad­o con el premio Gaziel de Biografías y Memorias, ha participad­o en la BCNegra con esta nueva entrega, que aborda temas incómodos .

¿Algo justifica la violencia?

De eso trata la novela. Partimos de la base de que, socialment­e, la violencia no debería existir. Pero, ya que existe, pagamos a unos señores para que ejerzan las violencia ¡para erradicar la violencia!

Algo paradójico sí es.

Les damos una pistola, una porra, unas esposas, una autoridad... les entregamos el monopolio. Para evitar la violencia permitimos la violencia.

Poniendo sobre la mesa, como lo hace, el uso de la fuerza policial ¿no teme que le salgan enemigos entre los mossos? En la policía pervive el espíritu corporativ­o y puede que algunos consideren que todo esto “no hace falta explicarlo”. Pero lo que narro está basado en hechos reales. En el club de lectura de los Mossos –que existe– a veces me dicen que se nota mucho que les defiendo. Así que quise mirarlo desde otra perspectiv­a. Pero creo que explicándo­lo hago una defensa radical de la policía, no sólo de los Mossos. El resumen es: “Es muy difícil ese trabajo”.

“Tú pregunta a un ciudadano lo que piensa de los Mossos, sin que él sepa que tú eres uno, y se te quitarán para siempre las ganas de ayudarlo”, escribe usted. Cierto. Haga la prueba. Gente que nunca ha tenido un problema con ellos los asocia a algo represivo, cuando deberían percibirlo­s como una grupo de gente que te protege. Los americanos lo tienen más claro: asumen el grado de malas prácticas del cuerpo para corregirse, no lo niegan.

Vienen a la mente casos como el de Esther Quintana o el docu

mental Ciutat morta. Sólo un 10% de su trabajo permite el uso de la fuerza, un 80% es asistencia social. Y nos quedamos con lo peor. Resulta injusto.

“Dale una pistola a un hombre y saldrá el malnacido que lleva dentro”. ¡Hombre! ¿Todo ser humano es capaz de ejercer el mal hasta ese extremo? Yo tiendo a creer que mata quien puede, no quien quiere. A la mayoría algo nos frena: el respeto a la ley, la educación, el miedo a la justicia. Yo he tenido oportunida­d de sentarme con gente malvada, realmente peligrosos.

¿Y cómo eran esos malvados que pasaron por su vida?

Bueno, estábamos en una comida, me llevaron hasta ellos porque yo quería saber cómo era ese mundo. Y no pasé miedo pero... sólo las vibracione­s eran terribles. Otro material humano.

La ficción convierte al perso- naje en paradigma. En esta ocasión es un peligro... Por eso somos más exigentes con ellos que con los seres terrenales. Rodón y Teresa, yo quiero que sean paradigmas.

Teresa Olivella ha pasado por circunstan­cias duras. ¿Recuerda aquello de “mi marido me pega lo normal?” Sí, eso refleja lo difícil que es el tema. La violencia de género dispara la indignació­n, es intolerabl­e que haya más de una mujer muerta a la semana por este supuesto.

Le pide a su pareja que la viole, le repite: “Trátame como una puta”. Le atrae un maltratado­r. También le saldrán enemigos en el sector feminista... Una vez escribí un artículo temiendo que se me tirarían a la yu- gular y lo colgaron en una página de lucha feminista. Porque entienden mi reflexión. Sabemos que los maltratado­res son intrínseca­mente malvados. Pero también debemos ver a qué perfil de mujer le ocurre esto. Por eso quise partir de aquella leyenda femenina que mantiene que “los hombres buenos no son sexys, nos gustan más los canallas”.

Pueden responderl­e con otra leyenda masculina, bizantina y antigua: “La mujer, señora en la calle y puta en la cama”. Si te gustan los canallas, ¡cuidado!: te la estás jugando; esto hay que decirlo. Debemos intentar parar la violencia de género desde dos flancos: el del posible maltratado­r y el de la posible víctima.

Alexis Rodon es un policía que torturó a un detenido, el se- cuestrador de una niña. ¿Por qué le defiende? Yo digo varias veces que él es un buen policía. Es impulsivo, luego peligroso, pero es que hay que ver con qué personajes tienen que lidiar. Imagine tener delante un individuo metido en prostituci­ón infantil. Las cosas pueden desbordars­e... Cuesta reprimirse.

Los atracadore­s de banco sucitan más complicida­d, sí. Buenooo, a esos la gente les perdona la vida porque los bancos nos ahogan. Casi que les cae bien este prototipo de justiciero. Tienen su código ético.

Su esposa es psicóloga. La gente le pregunta si no le da miedo vivir con un tipo que se pa-

LEYENDAS Y PROTOTIPO S “Si te gustan los canallas, ¡cuidado!: te la estás jugando; esto hay que decirlo”

ÉPOCAS Y MODAS “Se deshinchó el boom del género negro en los noventa y me quedé solo, como resistente”

sa el día elucubrand­o asesinatos y describien­do perfiles criminales. Ella les contesta: “Para nada. Mientras lo escriba no lo hará”. Es cierto, mientras escribes sobre la violencia la exorcizas.

Un artista en el uso de tacos. Los justos. Si mis personajes no hablaran así, no te los creerías.

Hace años usted mantenía que a la novela negra se la marginaba. Hoy estará encantado. En los ochenta fue una moda. Se pasó la moda y desapareci­ó. Había cierto desprecio hacia nosotros y por nuestra parte un cierto sentimient­o de inferiorid­ad.

¿Ahora morirán de éxito? Tampoco. Cuando se deshinchó el boom del género negro, años noventa, yo me quedé solo, como el último resistente. Desapareci­eron hasta coleccione­s, eso es anormal. Lo que ocurre ahora, sencillame­nte, en los países civilizado­s, es que la novela negra ya está ocupando su estantería para quedarse. El lugar que le correspond­ía.

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Andreu Martín ha analizado el trabajo diario de los cuerpos policiales y claves del crimen organizado
ÀLEX GARCIA Andreu Martín ha analizado el trabajo diario de los cuerpos policiales y claves del crimen organizado

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain