Demasiada inconsistencia
El Barça sufre la cuarta derrota y queda sin margen de error en los próximos partidos
Falta todavía una jornada para acabar la primera vuelta del Top 16 de la Euroliga, pero el Barcelo- na Lassa está contra las cuerdas después de la derrota sufrida ayer en Alemania, la cuarta en seis encuentros de esta segunda fase del torneo. Pero un análisis más global muestra que los catalanes ya han caído en seis de los últimos siete desplazamientos –sólo vencieron en Madrid, donde se recuperaron cuando perdían por 15 puntos y ganaron con la canasta de Doellman en el último segundo–, una señal de debilidad extrema. Sólo en los últimos 3m05s se vio a un Barça intenso y decidido, pero su reacción final no le sirvió para recuperar una diferencia que había llegado a los 14 puntos (68-54), aunque, eso sí, le permi- tió reducirla sensiblemente con la idea de salvar al menos el average dentro de unas semanas. Mal panorama para el futuro inmediato.
Que al Barça no le gustan partidos como el de ayer es bien sabido. El Brose no está entre los candidatos al título, pero es un conjunto muy fiable en casa, donde defiende con uñas y dientes, asegura el rebote y se mueve con mucha rapidez en ataque. Por eso sólo ha perdido una vez –ante el CSKA Moscú– en esta Euroliga ante su afición.
A la espera de que el juego interior del Barcelona impusiera su teórica superioridad ante un rival más bajo, los blaugrana empeza- ron muy bien desde lejos, con dos triples de Doellman (el mejor sin discusión) y Navarro, y cogieron sus primeras ventajas (2-5, 7-10). Pero el Brose jugó mejor sus cartas, fue más listo. El conjunto de Andrea Trinchieri cerró el paso bajo su canasta y provocó un cortocircuito en los blaugrana. Tomic, desaparecido en combate este año, no aportó casi nada y la lucha de Samuels y Lawal tampoco sirvió para variar la situación. Lo cierto es que mandaban Melli, Harris y Theis. La consecuencia fue que los alemanes pasaron a dominar los rebotes (8 ofensivos) y aunque su desacierto en el tiro fue notable durante el primer tiempo (13-17 en el primer cuarto), un parcial de 10-0 les situó por delante (28-24) porque el Barça estuvo cuatro minutos sin anotar en el segundo cuarto, inca- paz de leer lo que el partido exigía. Con tantas manos interceptando pases y un hombre siempre encima, los blaugrana se descentraron, bajaron su acierto exterior (sólo 3/12 triples en 20 minutos) y quedaron a merced del rival, que había preparado el duelo para llegar a esa situación.
Aunque empataron a 30 poco antes del descanso, los azulgrana ya no volvieron a estar por delante en el marcador. Tantos minutos por detrás, con triples lanzados sin pensar y demasiados nervios, el Brose lo tuvo muy sencillo para controlar el encuentro. Miller, que acabó con 15 puntos, se entonó en la segunda parte y junto a Strelnieks (16) machacaron el aro visitante. Ni siquiera un parcial de 0-5 que llevó al 53-50 del minuto 30 animó a los jugadores de Pascual, que dieron otra muestra de su inconsistencia y frágil moral. Con cuatro puntos en 7m (68-54) no había nada que hacer.
El coraje de los últimos minutos tan sólo maquilla el desenlace, pero la conclusión es la misma. El Barça ya no tiene margen de error en lo que queda de top 16, pero nada tendrá que hacer si su rendimiento no mejora claramente.
EL PARTIDO Los jugadores de Pascual no se adaptaron a un rival que sólo ha perdido una vez en el Brose Arena