Abdul Fatah al Sisi
PRESIDENTE DE EGIPTO
Un joven y prometedor economista italiano, Giulio Regeni, ha sido torturado y asesinado en El Cairo. Mantenía contactos con la oposición egipcia y había manifestado a su familia ciertos temores de represalia.
La reciente muerte en circunstancias aún no aclaradas de un joven y prometedor economista italiano, Giulio Regeni, de 28 años, en Egipto ha provocado una firme reacción de las autoridades de Roma y amenaza con deterio- rar sus hasta ahora excelentes relaciones con el Gobierno del exgeneral Al Sisi.
Regeni, que se hallaba en el país de las pirámides para realizar una tesis doctoral, desapareció el pasado 25 de enero y fue hallado muerto el pasado miércoles en un terraplén entre El Cairo y Alejandría. La policía egipcia ofreció en un primer momento la versión, poco creíble, de que el joven italiano había sido víctima de un accidente. Pero eso no casaba con el tipo de lesiones que presentaba el cuerpo, con indicios de haber sido torturado y de haber sufrido una “muerte lenta”, según la primera autopsia. Luego ganó terreno la hipótesis de que Regeni, que mantenía contactos con la oposición egipcia y había manifestado a su familia ciertos temores de represalias, hubiera podido ser detenido por la policía y sometido a duros interrogatorios, con torturas incluidas. El cadáver será repatriado hoy y sometido a una segunda autopsia, con la esperanza de que este exa- men aporte luz sobre lo sucedido.
Ante la presión de la opinión pública italiana, el primer ministro Matteo Renzi y el presidente de la República, Sergio Mattarella, se han dirigido al presidente Al Sisi para que investiguen a fondo lo ocurrido y expliquen la verdad. Italia y Egipto están unidos por estrechas relaciones comer- ciales. Renzi fue recibido hace unos meses con todos los honores en El Cairo y calificó a Al Sisi como “un estadista” y “gran líder”.
Regeni era el típico joven cerebro italiano que emigra al exterior. Cursó el último año de escuela en Estados Unidos, con una beca, y luego estudió en la prestigiosa universidad de Cambridge, en Inglaterra. Tenía una pasión por el árabe y por Egipto. Con motivo de su muerte, la prensa italiana ha recordado los riesgos de alianzas estrechas con personajes como Al Sisi, que dio un golpe de Estado contra el entonces gobierno islamista, en el 2013, y que tiene fama de tratar sin contemplaciones a la oposición.