Pleno empleo en EE.UU.
La reducción se produce aunque se crea menos empleo del que se había previsto
Barack Obama dejará la Casa Blanca después de haber reducido el paro en su país por debajo del 5%, una cifra que no se veía desde el 2008, y que viene además acompañada por incrementos en los salarios, que en el 2015 crecieron un 2,5%, unas buenas cifras que contrastan con la ralentización de la economía estadounidense.
Vista desde el terreno laboral, la economía estadounidense ofreció ayer otra muestra de sus contradicciones habituales. La creación de empleo –151.000 nuevas ocupaciones– estuvo en enero por debajo de las previsiones (188.000) y lejos de los 262.000 puestos de trabajo creados en diciembre. No es más que la demostración de la ralentización, que remata el pobre crecimiento del PIB –0,7%– en el último trimestre del pasado año.
Sin embargo, pese a esa pérdida de fuelle y en parte por una fuerza laboral (los que buscan trabajo) en uno de sus niveles más bajos, el paro cayó por debajo del 5%. Alcanzó un 4,9% del que no se tenía noticia desde febrero del 2008, cuando lo peor todavía estaba por venir.
“Hace sólo dos años, muchos analistas esperaban que el paro estaría por encima del 5% al menos hasta el 2020”, subrayó Jason Furman, jefe del consejo económico de la Casa Blanca. En 71 meses se han creado 14 millones de empleos en el país. El paro llegó a estar en el 10%.
A esta circunstancia se añade otro factor alentador: menos empleos pero de mejor calidad. Los salarios en el sector privado se incrementaron una media de 12 céntimos por hora. Se venía de un retroceso en el mes anterior y supera el pronóstico de que las nóminas sólo se incrementarían como mucho en tres céntimos.
“Más importante –añadió Furman en su comunicado–, los salarios han crecido un 2,5% en el 2015 y a un ritmo anualizado del 2,9% a lo largo de los últimos seis meses, el ritmo más fuerte desde que empezó la recuperación”.
El presidente Barack Obama convocó una comparecencia por sorpresa. Sacó pecho por la creación de empleo –en el 2014 y en el 2015 se recuperó el nivel de los años noventa–, por la mejora en los sueldos y sentenció: “Somos la economía más fuerte y fiable del mundo”. Mientras hablaba, el Dow Jones caía 151 puntos.
Frente a las críticas de los republicanos, que insisten en que una mayoría de estadounidenses piensan que las cosas no se hacen bien, el presidente reconoció que “existe ansiedad” pese a los progresos, en buena medida por la herencia de la terrible crisis. Obama invitó a los conservadores a luchar contra ese sentimiento dando el visto bueno a los presupuestos que presentará el martes.
De modo que los datos fueron interpretados de muy diversa manera. Unos vieron la parte negativa y, en consecuencia, abogaron por que la Reserva Federal (Fed o banco central) no vuelva a revisar al alza los tipos de interés en su reunión de marzo. La apuesta pasa ahora por dos revalorizaciones a lo largo del 2016, una en junio y otra en diciembre.
Otros expertos apuestan por la inminencia. Con una suma adicional de 15.000 empleos en la revisión de noviembre y diciembre, el analistas Michael Arone sostuvo en la CNBC que no se debe tocar a alarma por la ralentización de enero. “No es un mal informe”, remarcó. Si se añade que ayer el dólar resurgía frente al euro, después de tres meses, todo parecía listo, según esta versión, para que la Fed actúe en marzo.
Los salarios suben al mejor ritmo de los últimos años y Obama dice que EE.UU. es la economía más fuerte