Bélgica se refuerza
Tras las numerosas críticas recibidas por la gestión en los atentados de París, el Gobierno belga ha anunciado la contratación de un millar de policías destinados a la lucha contra el terrorismo yihadista.
El Gobierno belga anunció ayer, entre otras medidas, la contratación de mil policías federales adicionales de aquí al 2019 para luchar contra los delitos relacionados con el terrorismo yihadista.
De ellos, 300 serán contratados en el 2016 y otros 500 en el 2017, según se decidió ayer en una reunión del comité ministerial restringido, según informó la agencia Belga.
Para financiar ese despliegue, el Gobierno ha comprometido cerca de 300 millones de euros, de los 400 anunciados para combatir el terrorismo después de los atentados de París del 13 de noviembre pasado. Murieron 130 personas. El destino de los 100 millones restantes se decidirá durante este año.
Además, el Ejecutivo belga indicó que destinará 39 millones de euros a un plan de lucha contra el radicalismo en la zona llamada “del canal”, que comprende siete distritos comunales de Bruselas, entre ellos Molenbeek, donde la policía federal ha realizado más registros en busca de sospechosos de terrorismo tras los ataques de París.
El plan incluye también Vilvoorde, localidad de la periferia de Bruselas desde la que han partido combatientes extranjeros a Siria.
El Gobierno también anunció medios adicionales para ayudar a magistrados y fiscales en Bruselas y en Halle-Vilvoorde, donde se acumulan los procesos relacionados con el terrorismo.
El ministro del Interior belga, Jan Jambon, aseguró a la agencia AP que la finalidad de este plan de largo alcance era maximizar la seguridad en el país. De momento, 300 oficiales serán destinados a Molenbeek y otras áreas de la región de Bruselas con gran actividad de radicales islámicos. Se incorporarán 96 investigadores policiales –que contarán con equipamiento informático y escáners de ADN– y se instalarán 260 cámaras de televisión para controlar los desplazamientos por autopista. No quedarán fuera los líderes musulmanes, que recibirán formación, así como los funcionarios de prisiones.
Los ataques de noviembre pasado en París habían sido planificados en Bélgica. Allí se dirigió Salah Abdeslam, el único miembro de los comandos que se dio a la fuga.
Las investigaciones que se iniciaron a raíz de los atentados revelaron los numerosos fallos que se habían producido en la vigilancia de los sospechosos de radicalismo yihadista.
Bélgica es, además, el país que, en relación a su población, más combatientes ha enviado a luchar al extranjero en las filas de distintos grupos rebeldes, especialmente en las del autodenominado Estado Islámico.