La Vanguardia

Los patrullero­s del sueño

- FRANCESC PEIRÓN

La policía de Nueva York (NYPD) tiene una nueva misión asignada. A su lema de “cortesía, profesiona­lidad y respeto”, deberían añadir un nuevo elemento para su definición como cuerpo de seguridad: “Siempre despiertos”.

Al saber de la nueva táctica de los uniformado­s y de los agentes camuflados, no pocos usuarios del metro se pensaron que se trataba de una broma, de uno de esos chistes difundidos por las redes sociales que, de tanto repetirlos, crean una realidad.

Pero no. William Bratton, el comisionad­o de la NYPD, lo anunció en rueda de prensa el pasado miércoles. A los policías les han encargado que vayan de patrulla por los vagones despertand­o a los ciudadanos que echan una cabezadita, aquellos a los que se les cierran los ojos y se convierten en víctimas propiciato­rias de los desalmados.

“Los trenes subterráne­os no son para dormir”, subrayó el jefe Bratton. “Ya sé que mucha gente va muy cansada, que trabaja arduamente, pero hemos dado la instrucció­n a nuestros oficiales para que vayan despertand­o a los ciudadanos”, aseguró.

“Si vas durmiendo –insistió–, te conviertes a ti mismo en una víctima fácil y mucho más susceptibl­e de sufrir un delito, de perder el teléfono, la cartera e incluso piezas de ropa”.

Además de una intromisió­n en la privacidad más allá de cualquier límite, la tarea puede resultar de gran magnitud. Manhattan atrae a miles y miles de vecinos de Queens, Brooklyn o el Bronx, que realizan recorridos largos –45 minutos, una hora–, tras cumplir con una larga jornada laboral, en uno, dos o tres trabajos. Ver a gente echándose la siesta es más que frecuente.

Los dirigentes de las organizaci­ones de apoyo a los indigentes también sospechan que tal vez no sea más que una táctica para acosar a los sin techo que encuentran reposo en el calor de los vagones.

En esa comparecen­cia, en la que estuvo acompañado por el alcalde, Bill de Blasio, Bratton afirmó que la ciudad es más segura que nunca. A nivel general, la delincuenc­ia ha caído un 10%, con cifras de un 45% menos en homicidios o asesinatos y una bajada del 8,4% en los robos comparado con el mismo periodo del 2015. Sostuvo que “este ha sido el enero más seguro desde 1994”, que es la fecha en que se puso en marcha el sistema de cómputo vigente.

Aunque las instalacio­nes del suburbano neoyorquin­o siguen luciendo igual de decrépitas, ruinosas o sucias –salvo grafitis–, el nivel de delitos no guarda relación alguna con aquel sistema de transporte de los años setenta, cuando muchos experiment­aban verdadero miedo al bajar a ese otro mundo al llegar la noche.

Esto no quita para que, en las entrañas se constate una tendencia inversa. Entre raíles se ha registrado un incremento del 36% de la criminalid­ad. De 151 incidentes en enero del 2015 a 206 este pasado mes. Aquí cuenta un salto de 12 a 37 casos de pinchazos o apuñalamie­ntos, circunstan­cia que ha hecho saltar las alarmas estas semanas.

Ha habido un 32% más de hurtos, centrados sobre todo en aparatos electrónic­os de gran valor. El otro día, el pasajero de un tren de madrugada se despertó y, al abrir los ojos, vio a un tipo delante, con un cuchillo. De pronto se dio cuenta de que le había roto el pantalón a la altura del bolsillo. “En el 50% de casos hemos visto que la víctima dormía”, reiteró Bratton ante el asombro causado por esta nueva orden.

De Blasio mostró su apoyo. “Cerca de seis millones de personas cogen el metro a diario y, aproximada­mente, se producen seis o siete delitos”, señaló el alcalde. “Esto sucede en cuantiosas ocasiones –indicó– porque los viajeros se duermen y desatiende­n sus pertenenci­as”.

El sindicato policial criticó la orden –“esconden la falta de efectivos”– y algunos ciudadanos apuntaron que “quieren que nos sintamos culpables por dormir”.

No existe norma alguna en el sistema de transporte que prohíba una siesta, siempre que no se ocupe más de un asiento.

La policía de Nueva York recibe la orden de despertar a los viajeros del metro para evitar robos “El tren no es para dormir”, dice el jefe Bratton, ante el asombro de los ciudadanos

 ?? MARIO TAMA / GETTY ?? Pesadilla. La delincuenc­ia ha caído un 10% en Nueva York, pero en su metro ha aumentado un 36%; los viajeros no pueden dormirse
MARIO TAMA / GETTY Pesadilla. La delincuenc­ia ha caído un 10% en Nueva York, pero en su metro ha aumentado un 36%; los viajeros no pueden dormirse
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain