Hong Kong tiene arte
La capital financiera de Asia se transforma en un polo de creación artística desde que pasó a manos chinas
Hong Kong es conocida por muchas cosas, sobre todo por su espectacular arquitectura de rascacielos construidos en una de las ciudades más minúsculas del mundo a base de robar terrenos al mar. Y claro, también por ser una de las capitales financieras no sólo de Asia, sino también del mundo.
El paso de antiguo protectorado británico a ciudad de la República Popular China se ha hecho sin demasiados traumas, pero eso no quiere decir que la ciudad no hay sufrido algunas transformaciones importantes.
Poco a poco, la ciudad empieza a ocupar un lugar destacado en la escena internacional del arte. Coleccionistas y marchantes llegan a Hong Kong atraídos por la inexistencia de impuestos, por el festival Art Basel de Hong Kong y por el que va a ser el espacio más importante del mundo dedicado a la cultura. El West Kowloon Cultural District, aún en construcción, constará de 40 hectáreas que albergarán una ópera, galerías de arte, un pabellón, un escenario al aire libre y el M+M Museum (con obras de diseño de los siglo XX y XXI, y arquitectu- ra). Este megaproyecto cuenta con un presupuesto de 1.800 millones de euros y su apertura se hará por fases. El mejor lugar para observar la evolución de las obras es desde el bar Ozone, si- tuado en lo alto del hotel RitzCarlton ( Austin Road West, 1), que pasa por ser el bar más alto del mundo.
Por su lado, la próxima edición del festival Art Basel tendrá lugar del 24 al 26 de marzo de este año, y en él 239 galerías de todo el mundo exhibirán obras de más de 4.000 artistas. La entrada de fin de semana cuesta unos 850 dólares de Hong Kong, unos 97 euros al cambio.
En el núcleo urbano, muchos viejos edificios coloniales se han remodelado y hoy son centros de arte. El dinero ha llegado del bolsillo de una de las grandes pasiones (por no decir vicio) de los habitantes de Hong Kong: las carreras de caballos, que organiza el Jockey Club desde 1860 y las apuestas.
A pocos metros de la sede en Hong Kong de la galería londinense White Cube ( Connaught Road, 50), en el edificio Pedder ( Pedder Street, 12) se ubican galerías internacionales como la neoyorquina Gagosian, en la que se pueden ver obras de Giacometti o Damien Hirst, y la hongkonesa Hanart TZ, especializada en artistas chinos.
En los edificios del Police Married Quarters ( Aberdeen Street, 12), que durante mucho tiempo estuvieron abandonados y que en la década de los 50 se usaron como escenarios de películas de terror, ahora hay un animado centro de diseño y un lugar perfecto para ir de compras.
China se llevó toda la producción industrial de la ciudad al continente, y los almacenes y las fábricas vacías se han convertido en el refugio de artistas y diseñadores que los han convertido en lofts, a los que es posible acudir para comprar obra, como por ejemplo en Wong Chuk Hang, a un viaje en autobús desde el centro de la urbe. En Chai Wan, artistas jóvenes han establecido sus estudios en edificios abandonados y paralelamente han aparecido galerías de arte que venden su producción, como por ejemplo AO Vertical Art Space, que se reparte entre las plantas 3 y 13 de la Asia One Tower ( Fung Yip Street, 8). Se trata de la primera galería vertical de fotografía del mundo.
Una comunidad artística importante y floreciente implica muchas veces sofisticados locales de moda, en los que esta se suele reunir. Tradicionalmente la vida nocturna de Hong Kong se reducía a los bares y restaurantes de los hoteles de lujo y a aquellos clubs a los que iban los hombres de negocio. Hoy en día en zonas como en el barrio de Sai Ying Pun, por ejemplo, se encuentra la Ping Pong 129 Gintonería (Second Street, 129), un local que sirve tapas españolas y gintonics, una fórmula directamente traída desde España. Está decorado con grafitis de Tsang Tsou Choi, considerado el Bansky de Hong Kong y conocido como the King of Kowloon. En el barrio de Sheung Wang el artisteo come en Bibo ( Hollywood Road, 163), un bistrot con obras de Jean-Michel Basquiat, uno de los artistas más importantes de la década de los 80 del pasado siglo y que murió a los 27 años.
Los hoteles también se han apuntado al carro del auge de la escena cultural y artística de la ciudad y vale la pena darse una vuelta por The Upper House ( Pacific Place, 88) y el hotel EAST ( Tai Koo Shing Road, 29). Además, el hotel The Langham Hong Kong ( Peking Road, 8) posee una colección de 40 obras de arte contemporáneo de autores chinos, y una instalación de cristal de Dale Chihuly, en forma de flores de cristal veneciano que adorna la recepción del hotel.
ALBERT MOLINS RENTER El festival Art Basel y el nuevo distrito actúan como dinamizadores de la escena cultural Muchos hoteles, bares y restaurantes, en los que se reúnen los amantes del arte, exhiben obras