Pisando fuerte en las pasarelas
Una generación de jóvenes modelos españoles son las estrellas de los desfiles
Caminan serios, sin apenas moverse y mirando fijamente al frente. Así han desfilado los modelos de la 080 Barcelona Fashion, que finalizó ayer. La mayoría no son mediáticos aunque sí los más solicitados en las pasarelas de Milan, París, Londres o Nueva York. “Creo que en los 25 años que llevo dedicándome a la moda nunca han coincidido tantos modelos españoles trabajando tanto internacionalmente y en primera línea”, asegura la directora de casting de la 080, Esther García, de la empresa Esma.
Pocos pensaron en ser modelos, pero ahora que están en la profesión quieren aprovechar el momento al máximo. La asturiana Mar González (19) fue descubierta hace un año por un fotógrafo en un centro comercial. Primero desfiló en la 080 y la pasada temporada fue escogida para abrir el desfile de Givenchy en París. “Estaba nerviosísima, pero tras la primera salida quería volver”. Tras Barcelona desfilará en Madrid, aunque antes pasará por París, donde vive y estudia traducción, aunque su objetivo es hacer una carrera de ciencias. La madrileña Afrodita Dorado (22), otra de las modelos de la 080, desfiló el año pasado para Balenciaga y Stella McCartney, y la semana pasada estuvo en la alta costura de París contratada por Elie Saab y Viktor & Rolf. A ella también la descubrieron por la calle. “Nunca me lo había planteado, aunque desde pequeña me animaban porque era muy alta”, explica la modelo, que estudia protocolo, y que prefiere las sesiones de fotos a la pasarela porque “en los desfiles todo va muy rápido y en los reportajes fotográficos puedes charlar con el equipo”. La tinerfeña Joana Sanz (23) también prefiere las fotos a los desfiles. “Empecé a estudiar psicología criminalista, pero tuve que dejarlo”. Lleva tres años trabajando sin parar, aunque es ahora cuando se fijan en ella por ser la novia del futbolista Dani Alves.
Maika Merino (19) sí tenía claro que quería dedicarse a la moda y desde los 14 lleva preparándose. “Mi sueño se hizo realidad cuando abrí el desfile de Prada en septiem-
bre”. Es imagen de McQueen y JW Anderson y no tiene casa. “Estoy siempre viajando y cuando puedo voy a Jerez a ver a mi familia”. Marina Pérez (31) es una de las modelos más reconocidas. Lleva trabajando desde los 16 y hace dos decidió parar. “Era una locura y he aprovechado para estudiar patronaje y sastrería en Madrid”. Ha elegido la 080 para volver a las pasarelas aunque de forma más relajada.
Todo lo contrario a la vida que llevan los modelos masculinos que han estado estos días en Barcelona después de desfilar en Milán, Londres y París y de ser la imagen de potentísimas firmas. Sam Steele (20), de Sant Cugat, fue descubierto en una discoteca cuando tenía 17 años. Después de desfilar en Madrid se instalará en Nueva York, donde po- drá seguir con sus estudios de marketing a distancia. Al barcelonés Marçal Taberner (18) también lo descubrieron en una discoteca hace dos años. “Acabé el bachillerato tecnológico y la selectividad, pero ahora estoy centrado en la moda”. Su amigo, el madrileño Oscar Kindelan (18), lleva más tiempo desfilando y haciendo campañas. “Sólo acabé la ESO”, señala. Los tres prefieren la pasarela a las fotos: “Antes de salir tienes un subidón de adrenalina”, asegura Steele. Igual que Gerard Sabé (19): “Cuando desfilas todos los ojos se centran en ti, es muy
heavy”. Lo descubrieron en un gimnasio y ahora compagina la moda con sus estudios de biomedicina. El valenciano Jaime Ferrandis (19) empezó como modelo a los 15 años, “como hobby, porque mi hermana ya lo era”. No pudo acabar bachillerato por sus continuos viajes, “aunque en septiembre volveré, porque no es un trabajo estable”.
La mayoría de ellos no tenían pensado dedicarse a la moda y fueron descubiertos por la calle o en discotecas